Por: Angélica Ferrer
Nicaragua es una de las naciones que participó en la cumbre de la Unión Europea con la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y, durante ella, tuvo una postura férrea sobre el tema de la operación militar especial de Rusia en Ucrania, dice el académico mexicano Carlos Manuel López Alvarado en entrevista para Sputnik.
Al cierre del evento —que se realizó estos 17 y 18 de julio en Bruselas, Bélgica, capital de la Unión Europea—, Managua rechazó respaldar la Declaración de Consenso de la III Cumbre CELAC-Unión Europea, que en un apartado mencionaba este conflicto.
Ante ello, el Ministerio de Relaciones Exteriores nicaragüense consideró que la UE rompió los procedimientos y mecanismos establecidos por los organismos democráticos «pasando por encima de las reglas que fundamentan el funcionamiento de nuestras Entidades propias», informó a través de un comunicado a disposición de Sputnik.
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«Aunque en esta declaración conjunta no mencionan a Rusia y hablan de una paz justa y que, además en el siguiente párrafo de ese punto [15], hablan de las posturas nacionales, Nicaragua es un poco profundo a la hora de decir ‘no quiero que se mencione y se malinterprete'» ante su buena relación con Moscú, agrega.
Esto es una muestra de que no ocurrió, como tal lo afirmado por el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel; quien aseguró que había sido una declaración consensuada entre todos los participantes de la cumbre.
Posibles consecuencias para Nicaragua
El también docente de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) considera que las posibles represalias para Nicaragua tras su postura frente a la cumbre UE-CELAC podrían ser las mismas que ya sufre en la actualidad, es decir, sanciones en diversos ámbitos, especialmente en el económico.
«Realmente va a continuar este aislamiento, distanciamiento y tratar de imponer sanciones a Nicaragua, por lo que consecuencias negativas más grandes no va a tener. Continuará con sus buenas relaciones, consecuente a sus principios y posicionamientos. En la región va a seguir teniendo sus mismos aliados», declara.
Más temprano, el canciller nicaragüense Denis Moncada exigió en el marco de la cumbre que se retiraran los bloqueos y medidas unilaterales contra su país y otras naciones, afectadas principalmente por Occidente.
En el encuentro mostró apoyo a naciones como Cuba, Rusia; Irán, Siria, Corea del Norte, China y Venezuela, que, junto a Nicaragua, han sido afectadas por sanciones en diversos ámbitos, lo que afecta su desarrollo.
China, UE y la CELAC: ¿qué pasa con ellos?
China es uno de los países que está tomando terreno en un mundo cada vez más multipolar y prueba de ello han sido sus acercamientos con la CELAC a través de foros y reuniones entre los líderes de ambos grupos. Ante ello, el especialista de la UNAM precisa que el papel del gigante asiático es muy relevante en América Latina.
«La presencia de China es innegable e irrefutable, indispensable para el desarrollo. En el ámbito del litio, China tiene fuertes inversiones en Argentina, Bolivia y Chile, por ejemplo», ejemplifica.
Pero, ¿qué pasa con los planes que tiene la Unión Europea con los países latinoamericanos? López Alvarado hace énfasis en que, ante el contexto en el que esa región tiene diversos problemas económicos, obtendrán el dinero de diversas fuentes, como los saqueos.
El balance final de la cumbre
En entrevista para Sputnik, la analista internacional de la Universidad Finis Terrae (Chile) Ana Vanessa Cárdenas señala que el encuentro entre la CELAC y la Unión Europea fue un evento con diversos matices.
«En el lado positivo, se le da una relevancia a [América Latina] por parte de la Unión Europea que abona no solamente a una mayor negociación, sino también, de alguna manera, a crear lazos que equilibren la influencia de Estados Unidos o [de otras potencias] con los miembros de la CELAC (…). También se abren panoramas para diversificar nuestras economías, vínculos culturales y el comercio internacional», expone.
En este mismo tenor, la experta indica que uno de los temas que se discutieron y podrían traer buenos resultados en el futuro es el referente al sector energético. Sobre este tema, considera que Chile fue el gran ganador, especialmente al tocar el tópico de hidrógeno verde.
«Específicamente en opciones limpias y renovables, por ejemplo, el hidrógeno verde o litio. La Unión Europea necesita incluirlo cada vez más en los acuerdos comerciales, más ahora que está tratando de diversificar como [este sector] después de lo ocurrido en el conflicto entre Rusia y Ucrania», apunta.
Un punto más fue abordar la democracia en las naciones, especialmente las de Latinoamérica.
«El otro gran tema es la democracia y el respeto a los derechos humanos. No solamente basta con ser de izquierda en el continente, sino que ya hay muchas izquierdas. Dentro de la misma casa, ya hay matices diferentes y puntos sobre la mesa aclarar y a debatir (…). A la hora de tener que financiar proyectos para el desarrollo, en el vínculo CELAC-UE, este tema parece vislumbrarse como relevante», dice la experta.
Mientras tanto, para López Alvarado el balance de esta cumbre es de triunfo para América Latina.
En este evento, «la máxima ganadora —sin hablar de aspectos ideológicos y propagandísticos— es América Latina, al sentar a la Unión Europea en términos horizontales, no verticales, y que únicamente quieren decir la atención con el punto 15 [donde se trata el tema ucraniano]», indica.
Previsiones para el futuro
La cumbre UE-CELAC también fue relevante porque los líderes y funcionarios de alto nivel de las naciones que los conforman no se reunían en persona desde hace ocho años.
En ese lapso ocurrieron cuestiones como la pandemia de COVID-19 y la salida en Brasil de la CELAC en 2020, durante el mandato de Jair Bolsonaro (2019-2023), que marcaron a América Latina y el mundo.
En aras de una mejor cooperación entre regiones, los participantes de la cumbre acordaron realizar este evento cada dos años. En 2025, Colombia será el anfitrión del encuentro.
Para Cárdenas, los efectos de la cumbre de este año se verán a mediano y largo plazo.
«Ambos grupos se favorecen, sobre todo, en los temas energéticos, donde Europa solo tiene un territorio finito para la generación, y América Latina se incorpora a este nuevo sistema. Además, abre la puerta a contar con acuerdos comerciales diversificados, en los cuales la Unión Europea es socio importante», reflexiona.
Mientras que López Alvarado prevé que la CELAC y la UE sigan teniendo negociaciones. «Habrá que seguir de cerca las elecciones en Argentina, la política chilena, colombiana y boliviana. Naturalmente, eso provoca escozor tanto en los líderes de la Unión Europea como en Estados Unidos, porque la región se está volviendo independiente, autónoma y soberana», celebra.
«Tenemos que verlo con esos ojos y leerlo en ese código. A la región latinoamericana le espera el desafío de integrarse», concluye.