El entusiasmo con que vive Nicaragua cada una de sus festividades, llenas de originales y peculiares rituales, donde el colorido, las tradiciones y la buena comida no pueden faltar, es uno de los mayores encantos que deslumbra a los visitantes de este bello país. Son fechas esperadas con meses de antelación, en las que se refleja la idiosincrasia del pueblo y su fervor religioso. Celebraciones donde comparten con orgullo sus orígenes y tradiciones.
En esta tierra de lagos y volcanes muchas de sus celebraciones giran alrededor de la religión católica, herencia de la conquista española, y una que se distingue por su gran alegría, música, comida y danzas folclóricas son las fiestas dedicadas a Santo Domingo de Guzmán, el santo patrono (por aclamación popular) de Managua. Del 1 al 10 de agosto, la algarabía inunda sus calles; en La Novia del Xolotlán se respira el calor humano de sus pobladores.
Las celebraciones en su honor datan, presuntamente, desde 1885, luego que un campesino llamado Vicente Aburto encontrara en Las Sierritas (comunidad ubicada al sur de la capital), una imagen dentro de un hueco de madero negro. Sin embargo, para algunos investigadores, estas festividades religiosas datan de muchísimo tiempo atrás.
Las fiestas de Santo Domingo son de las más concurridas en Nicaragua e incluyen, además de la multitudinaria y lenta procesión, desfiles hípicos, concursos populares, la bendición y vela de barco, bailes y música folclórica.
Los juegos pirotécnicos y la contagiosa música de chicheros (filarmónicos) son infaltables, en esta celebración miles de fieles devotos, de todos los rincones del país, acuden para pagar promesa por los favores recibidos.
Como parte de las festividades se realiza la elección de la India Bonita, y juegos bufos, como el concurso del palo lucio, (un tronco encebado que los participantes tratan de subir hasta la cima para tomar el premio). Si participas en las fiestas de Santo Domingo no puedes perderte de degustar la famosa y tradicional chicha de las 7 quebradas, una bebida de maíz fermentado con jengibre, coyolito, canela, clavo de olor y piña, que se distribuye gratuitamente entre los participantes.
El 1 de agosto la ciudad despierta a las 05:00 a.m. con la tradicional misa en la Iglesia de Las Sierritas, posteriormente la imagen inicia su recorrido de 12 kilómetros hacia el capital, acompañado de un mar humano y personajes característicos como los indios, los chinegros y las vacas culonas. Este recorrido, que dura aproximadamente 12 horas es conocido como “la bajada del santo”.
La diminuta y venerada imagen de Minguito, como se le llama cariñosamente, es considerada milagrosa, mide 18 centímetros y está protegida por una urna de vidrio, viaja en una peana plana de madera, con una base cuadrada de un metro de largo por uno de ancho, adornada con flores de vistosos colores.
En la romería se puede observar mujeres y niñas caminando o bailando con trajes típicos, hombres con lanzas y piel pintada de negro para simular a los tradicionales “diablos”, o los “inditos” de piel roja, así como los que van ataviados con un traje de cuernos y falda, conocidos como “vacas culonas”. También participan vendedores ambulantes que, entre la muchedumbre, ofrecen desde agua helada, algodones de azúcar, quesillos, vigorón (cerdo con yuca), perros calientes, hasta aguardiente o cervezas, todo a precios accesibles, acorde con la fiesta popular.
Con la caída del sol, la imagen entra en la iglesia de Santo Domingo, en Managua, donde es recibida por una multitud de fieles, quienes le rezan y bailan. Durante los siguientes diez días, la capital nicaragüense vive un ambiente de jolgorio con estallido de petardos, música folclórica interpretada por “chicheros”, y marimbas de arco, instrumentos que llegaron siglos atrás de África.
Las celebraciones culminan el 10 de agosto con la tradicional “dejada” de la venerada imagen del santo, hacia su altar en el santuario en Las Sierritas, donde queda ahí todo el año.
Aprovechando tu estadía en una de las capitales más verdes y seguras de Latinoamérica, te invitamos a que conozcas en cada rincón de la ciudad parte de la historia, cultura y tradición de Nicaragua. Sus calles y avenidas guardan los secretos y acontecimientos más importantes de la tierra de Darío y Sandino, una aventura imperdible por descubrir en cualquier época del año.
Te recomendamos empezar conociendo el Parque Histórico Loma de Tiscapa, donde la imponente silueta del General de Hombres y Mujeres Libres, Augusto C. Sandino, Héroe Nacional de Nicaragua, te da la bienvenida. En este parque se encuentra la antigua Casa Presidencial, ubicada sobre la montaña, es la escapada perfecta para disfrutar un atardecer de ensueño con vista al antiguo centro de Managua y el lago Xolotlán. En el lugar se puede admirar en todo su esplendor una de las cinco lagunas cratéricas que posee la ciudad, la laguna de Tiscapa.
Una de las paradas obligadas que tienes que hacer durante tu recorrido son los tiangues ubicados sobre la Avenida De Bolívar a Chávez para degustar la típica gastronomía nicaragüense. Sus deliciosos quesillos, güirilas, vigorón, chancho con yuca, baho, y otros platillos despertarán todos tus sentidos a través de su aroma y presentación.
Tu siguiente destino será el complejo deportivo más grande de Nicaragua: el Parque Luis Alfonso Velásquez Flores. Equipado con modernos y coloridos juegos infantiles, así como también áreas recreativas y deportivas, es uno de los lugares favoritos de esparcimiento de los capitalinos. Su moderno lago artificial, con una fuente luminosa y musical en el centro, puede ser navegado por los visitantes. A pocos metros, se encuentra el Parque Bicentenario, el cual posee abundante vegetación distribuida en más de 14 mil metros cuadrados. Un espacio rodeado por coloridos jardines y una laguna artificial de 110 metros de longitud.
A continuación, el centro histórico de la ciudad te deslumbrará, el corazón de la vieja Managua. Disfruta de un viaje en el tiempo, donde la cultura y la historia convergen. En la Plaza de la Revolución, escenario de diversos acontecimientos históricos, se observa la Catedral Metropolitana de Santiago Apóstol, edificio que sobrevivió al terremoto de 1972 y que impresiona con su belleza arquitectónica, de estilo neoclásico.
En la misma zona encontrarás el Palacio Nacional de la Cultura, inaugurado en 1940. Alberga al Museo Nacional Diocleciano Chaves, con 14 salas de exposición que contienen valiosos y bellos murales, vestigios prehispánicos, esculturas y pinturas de reconocidos artistas nicaragüenses.
Nicaragua rinde homenaje a su poeta universal, el “Príncipe de las Letras Castellanas”, a través del Monumento a Rubén Darío y el Teatro Nacional Rubén Darío, espacio que presenta una de las mejores acústicas de Latinoamérica. Ambos sitios están ubicados en el centro histórico de Managua, a pocos metros del Xolotlán, el segundo lago más grande de Centroamérica.
El Puerto Salvador Allende encanta a los visitantes con sus coloridas postales y bellos atardeceres. Al caer la noche, este moderno complejo turístico ubicado en el malecón de la ciudad es uno de los sitios favoritos de los turistas. Una propuesta con gran variedad de entretenimiento y gastronomía: bares, restaurantes y discotecas invitan a disfrutar los sabores, sonidos y bailes típicos de Managua. Además de una caminata sobre su apacible malecón, se puede navegar sobre sus mansas aguas.
Finalmente, la última cita de este viaje tiene lugar en el Paseo Xolotlán, emplazado a orillas del lago Xolotlán. Se trata de un complejo con un moderno Parque Acuático, gran variedad de árboles, juegos infantiles y diversos espacios para caminar, compartir y realizar ejercicios. Allí se puede admirar una maqueta a escala de la vieja Managua, casas históricas y las réplicas de las principales iglesias y del país.
Visitar la ciudad de Managua y cada uno de sus rincones es una asombrosa aventura para disfrutar en cualquier momento del año. Anímate a descubrir estos maravillosos destinos de Nicaragua, el país más acogedor del mundo te espera.