Una República al Servicio de la Vida
A la memoria del maestro y humanista, Aldo Díaz Lacayo
Edwin Sánchez
I
Nicaragua estaba en la cúspide de la “democracia” en el 2000.
No había sanciones económicas de Estados Unidos y la Unión Europea.
El país no era presa del ladrido de calumnias rabiosas ni del espumarajo de distorsiones de la jauría corporativa de la mentira.
Pensar en bloqueos comerciales era una locura.
Al Frente Sandinista nunca se le ocurrió dar un golpe de Estado.
Los gobiernos jamás padecieron de operaciones encubiertas.
No se levantó un solo tranque de exterminio.
Era una sociedad sin “corderos” carnívoros.
No existían los rencores artillados.
Eso sí, lo que sea de cada quien: las potencias occidentales otorgaban a Nicaragua el pleno respaldo a su inmemorial monotonía del subdesarrollo.
Esa estupenda “democracia” se resumía en una esperanza de vida nicaragüense de 72 años.
En la actualidad, en el “fondo del abismo por falta de democracia”, como acusa la hiperderecha, la ciudadanía se aproxima a los 80 años de edad, confirmó el Banco Mundial en 2021.
La edad promedio no ha decrecido, no se ha estancado. El nicaragüense abarca más calendarios, y serían más si Nicaragua no sufriera agresiones foráneas.
El panorama 2007 que “la democracia” entregaba al Frente Sandinista, excedía el vocablo lúgubre: “La situación económica de Nicaragua es una de las peores de la región centroamericana”. Prevalecía entonces una “institucionalidad débil”, y el éxodo de nicaragüenses era de proporciones bíblicas.
No. No es una declaración del Foro de Sao Pablo. Así lo consigna el documento La reforma de salud en Nicaragua, CEPAL- GTZ. Además, había “una débil tradición de transacción entre los diferentes grupos que conforman la sociedad. Por si fuera poco, la capacidad productiva del país se ve afectada por una migración masiva que lo priva de su mejor recurso humano”.
Que el coro de cocodrilos plañideros venga con el patético cuento de que el Gobierno Sandinista ha “debilitado la institucionalidad” y que por sus políticas “comenzó” el flujo migratorio, es abusar hasta de los inmundos códigos de la patraña.
En “democracia”, “Alrededor del 90 por ciento de los servicios médicos se destinaron a menos del 10 por ciento de la población: la élite gobernante y una clase media próspera. Millones de personas no tenían acceso a la atención médica”.
Al iniciar 2007, el 48 por ciento de la población del país vivía por debajo del umbral de pobreza.
“Sin democracia”, la pobreza es del 18%.
La educación, incluida la facultad de medicina donde los méritos académicos sustituyeron la perversa acepción de personas, es gratuita.
Así lo constató la estadounidense Sara Flounders, quien visitó el país del 3 al 10 de octubre de 2021, como parte de una delegación organizada por la Alianza para la Justicia Global / Nica Network.
En “democracia”, antes de 2007, “Los pobres reportan que las razones principales de no utilizar los servicios sociales son el costo y la distancia”.
La afirmación no es del Frente Sandinista. Es la confesión de un anterior gobierno “democrático”, ante una investigación conjunta con el Banco Mundial y el programa MECOVI-Nicaragua.
En aquella espléndida “democracia”, “Los costos privados de los servicios sociales han aumentado más rápido para los pobres extremos, por lo cual aunque han mejorado su acceso a dichos servicios, enfrentan costos que pueden ser prohibitivos”.
¿Costos privados? ¿Qué es eso de “mejorar” el “acceso prohibitivo”? Puras cantinfladas oficiales. Así se miden en “democracia” “los grandes beneficios sociales” cobrados al pueblo.
“Sin democracia”, la salud de calidad llegó prácticamente a domicilio.
La ciudadanía de lugares otrora excluidos del mapa social como el Departamento de Río San Juan, pero incluidos en la desidia de los poderosos, ahora ingresa a hospitales primarios o centros de salud sin pagar un córdoba.
Un ejemplo que describe a la Nicaragua real, divulgó Prensa Latina el 26 de marzo de 2021: el hospital primario de la localidad de Los Chiles, “El vigésimo construido por la administración del Frente Sandinista, contará con las especialidades de medicina interna, pediatría, cirugía general, anestesiología, radiología, ginecología, nutrición, fisioterapia y atención en medicina natural y terapias complementarias.
“También dispondrá de equipos dotados con alta tecnología como cabina de bioseguridad, digitalizador para radiología convencional, descongelador de plasma y electro estimulador con ultrasonido”.
Sin la servidumbre de la oligarquía en el tablero de mando, la División Político-Administrativa empezó a ser descolgada del mapa por primera vez en 2007, para vestirse de país: liberar del atraso a los 153 municipios de la nación y las dos regiones autónomas del Caribe. Managua ya no es Nicaragua, y lo demás, monte.
II
En “democracia”, el Occidente estaba familiarizado con la palabra pésimo. Quien se enfermaba, hasta la esperanza entraba en agonía.
“Sin democracia”, hay un nuevo Hospital de lujo en Chinandega, tanto que una de las pacientes beneficiadas, Liliam Medrano, de El Realejo, exclamó al mismísimo Banco de Integración Económica, BCIE: “Me llena de emoción saber que nosotros no tenemos un hospital, tenemos un hotel”.
El organismo que financió la mega obra por un monto de US$51.87 millones, detalla:
“Una atención médica de calidad y en mejores condiciones podrán recibir más de 500,000 nicaragüenses en el occidente del país con la apertura del Hospital de Chinandega Dr. Mauricio Abdalah. Por su posición geográfica dará cobertura a los trece municipios de Chinandega, incluyendo los más lejanos como: Cinco Pinos, San Pedro y San Francisco”.
Su presidente ejecutivo, doctor Dante Mossi, informó: “Nos es grato ver materializado un servicio de salud de primer mundo, inclusivo y de calidad, con una infraestructura de 35,000 metros cuadrados de construcción con capacidad de albergar 300 camas, 142 habitaciones, 8 quirófanos, 31 consultorios para consulta externa, 16 puestos destinados a hospital de día y 18 para servicios de diálisis, entre otros alcances”.
Por si fuera poco, el recién estrenado Hospital de referencia nacional consta de siete edificios que albergarán todos los servicios y áreas de apoyo: servicios ambulatorios, hospital de día, hemodiálisis, farmacia, hospitalización médico-quirúrgica, pediátrica y gineco-obstetricia, emergencias, diagnóstico, cuidados intensivos, neonatología, central de equipos y esterilización.
En “democracia”, 2006, funcionaban 34 máquinas para hacer hemodiálisis a 96 pacientes con enfermedades renales crónicas. El resto, inmenso por cierto, que buscara “democráticamente” como salvarse.
Ahora, “sin democracia” ni “respeto a los derechos humanos”, hay 332 máquinas para la hemodiálisis de 2 mil 270 pacientes.
En “democracia”, 2006, sobre las mujeres pendía la irrevocable pena de muerte, gracias a los gobernantes “campeones defensores” de los “Derechos Humanos”, los “valores democráticos” y otras lindezas del colmillo rapaz al labioso cinismo del chamorro-somocismo.
Y no se trata de una “diatriba izquierdista”, sino del dato que retrata de pies a cabeza la mediocridad de los que detentaron el poder de 1990 al 2006: para el diagnóstico del mortífero cáncer de mamas se contaba con un solo mamógrafo en todo el país para atender ¡2 millones 793 mil 837 mujeres!
¡Por amor de Dios! ¿Quién en su sano juicio se atreve llamar “democracia” a esos regímenes de la muerte?
“Sin democracia”, en el 2020 hay 28 mamógrafos, aparte de los 128 equipos de crioterapia (tratamiento que previene el cáncer de los órganos reproductivos) y 97 colposcopio (para ver con precisión el cuello uterino y descubrir cambios en las células que pueden convertirse también en la letal enfermedad).
Con esos aparatos se podrá atender gratuitamente a las mujeres del 80 por ciento de los municipios, informó el Presidente Daniel Ortega.
En “democracia”, Enrique Bolaños se embolsaba con su sueldo de Jefe de Estado, su pensión de Vicepresidente y sus dietas de la “comisión de transparencia y anticorrupción”, 19 mil 310 dólares al mes. Es decir, lo que un maestro gana en 25 años de duro trabajo, publicó El Universo de Ecuador, el 9 de junio de 2003.
Y también, durante la feliz “democracia” –que por falta de alma nacional algunos tanto alaban–, “Los nicaragüenses sufren una crítica situación económica, con un 54% de desempleo y subempleo y 70% de la población viviendo en la pobreza, agravada por la mala administración de gobiernos anteriores”. La denuncia no la rubricó el Kremlin: fue impresa por el mismo diario de Guayaquil.
En “democracia”, aparte del oneroso cobro a los niños para ingresar a las escuelas e institutos, “La desnutrición sigue alta, está concentrada geográficamente y parece haber cambiado poco durante la última década, a pesar del gasto sustancial en programas de nutrición durante los años 90.
“Se tiene que desarrollar más la estrategia de protección social de Nicaragua. Con respecto a los programas existentes, no parece que ha habido un avance significativo con el compromiso del Gobierno a la matriz de política social presentada al Grupo Consultivo para Nicaragua de 1998 en Ginebra para racionalizar la cartera existente de asistencia social”.
El diagnóstico que no es de especialistas de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, ALBA, corresponde al expediente NICARAGUA REPORTE DE POBREZA, Dirección Sectorial de Reducción de la Pobreza y Gestión Económica Región de América Latina y el Caribe, 2001.
“Sin democracia”, los niños de primaria, en su totalidad, se nutren con la merienda escolar.
En “democracia”, apenas el 53% del territorio nacional contaba con apagones oficialmente llamados luz eléctrica. Se contaminaba excesivamente el medioambiente con la casi exclusiva utilización de combustibles fósiles. Los ahora preocupadísimos “paladines” del ambientalismo, mientras disfrutaron del poder, despreciaron invertir un centavo en la generación de energías limpias.
“Sin democracia”, el tendido eléctrico es verdaderamente nacional, al alumbrar el 99% de los hogares nicaragüenses que habitan en los más de 130 mil kilómetros cuadrados de Nicaragua, y donde no hay, se instalan paneles solares. Se disminuye la dependencia del petróleo. Se desarrollan las energías renovables, desde la geotermia hasta la eólica.
III
Y si los supremacistas no acosaran a la nación…
Si no estrangularan su economía con las sanciones…
Si no financiaran el odio…
Si no endosaran a desérticos ególatras…
Si no continuaran el sistemático asesinato de la reputación…
Si la industria corporativa del falso testimonio dejara de censurar la verdad y no calumniara más a la nación para ahuyentar a inversionistas y turistas…
Si los lobos disfrazados de corderos (un lugar común pero trilladamente cierto) no siguieran la siembra de cizañas…
Si Nicaragua no fuera declarada por el racista Donald Trump “amenaza inusual y extraordinaria para la Seguridad Nacional y la política exterior de EE.UU” en 2019…
Si no hubiera apadrinado el fallido pero criminal Golpe de Estado de abril-julio de 2018…
Si no se levantara el Infierno contra Nicaragua por el “pecado” de ejercer su soberanía…
Si tan solo dejaran de una vez por todas en paz al país…
Señor Yahvé: ¿dónde estuviera hoy Nicaragua?
Porque no es el Altísimo quien ha tratado de derribar a Nicaragua, pues si así fuera, ni 10 varas de trocha se hubieran abierto, y aquí hay más que caminos, las mejores carreteras de Centroamérica y el quinto lugar en el ranking de redes viales en América Latina; más que una triste calle sin cuneta, formidables puentes y pasos a desnivel jamás vistos, y más que sueños neoliberales de la lechera, la culminación de los estudios de factibilidad para el puerto de aguas profundas en el Caribe Sur, elaborado por la firma holandesa Arcadis.
Si Dios quisiera derribar a la República, ni un puesto de sanidad vacío se hubiera erigido, y aquí hay más que un centro de salud: monumentales complejos hospitalarios con tecnologías de punta, y otros por ser concluidos.
Su Palabra es cierta: Si él derriba, no hay quien edifique, encerrará al hombre, y no habrá quien le abra. Si él detiene las aguas, todo se seca, testificó el hombre de la paciencia infinita, Job, en el capítulo 12:14-15.
Y aquí es, y la hora es, cuando más se ha edificado, más se ha construido, más se ha echado mano del porvenir, y ni un plan de desarrollo se ha secado sino reverdecido, porque gracias a los ríos de agua viva del Poderoso de Israel, más se ha hecho en estos pocos años que lo que se hizo desde el 30 de abril de 1838, cuando Nicaragua simbólicamente se constituyó en República.
Es que Dios, en el nombre de Jesús, no consagra símbolos, ídolos, formas, sombras, ecos, reflejos o apariencias. Dios glorifica verdades, realidades y contenidos de Paz.
Dios bendice el acontecimiento grande de mover por fin la Historia Nacional: ser el Estado de Nicaragua, Libre, Independiente, Soberano. Y no es un “asunto” sandinista: es una DEMANDA NACIONAL.
Las maldiciones que los hijos del Bajísimo han proferido contra Nicaragua, no caerán más que sobre sus cabezas…
Y las mitras de Balaam… lo saben muy bien.
Porque también, como aquel falso profeta, amaron más el premio de la maldad que el de la Verdad.
Nota Integra