GORNO-ALTAISK, RUSIA (Sputnik) — Moscú y Pekín están analizando las posibilidades de estrechar su cooperación en vista de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, declaró el ministro ruso de Desarrollo Económico, Maxim Oreshkin.
"Ahora estamos negociando con nuestros socios chinos sobre agricultura y otros sectores con el fin de que China pase [del mercado estadounidense] al mercado ruso", dijo Oreshkin en una reunión sobre el desarrollo socioeconómico de la República rusa de Altai.
A pesar de que la economía china se enfrentará a nuevos retos debido a las tensiones con EE.UU., según Oreshkin, la cooperación comercial de Moscú y Pekín permitirá estrechar las relaciones bilaterales ruso-chinas.
"Nuestro intercambio comercial está creciendo al situarse en 108.000 millones de dólares el año pasado y una dinámica positiva este año", subrayó.
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En 2018, el intercambio bilateral entre Rusia y China batió su récord histórico de 100.000 millones de dólares.
El comercio exterior entre los dos países alcanzó los 108.284 millones de dólares con un aumento del 24,5%, según el Servicio Federal de Aduanas ruso.
Por su parte, la Administración General de Aduanas de China comunicó que el intercambio comercial entre Rusia y China en los primeros seis meses de 2019 ascendió a 51.770 millones de dólares con un crecimiento del 5,1% frente al mismo periodo del año pasado.
Cooperación con China y países árabes
Además, Oreshkin informó que Rusia coopera con China y países árabes para minimizar el impacto de las guerras comerciales que ralentizan la economía global.
"Cooperamos de manera activa con China y con países árabes para poder, incluso mientras se ralentiza la demanda global, aumentar la cuota de Rusia en el mercado mundial y así minimizar (…) la ralentización de la economía global", dijo a la prensa.
El ministro ruso afirmó que las guerras comerciales frenan la economía de Rusia, pero para superarlo el país debe priorizar el desarrollo interno y "emplear las oportunidades que aparecen en los mercados extranjeros".
Agregó que "uno de los factores de la ralentización de la economía [rusa] en el primer semestre fue un débil crecimiento de la economía global", informó Sputnik.