La cadena británica de supermercados Sainsbury's y Asda, la filial de Walmart en Reino Unido, han confirmado este lunes por la mañana su fusión, una operación valorada en 13.300 millones de libras (15.000 millones de euros).
La empresa resultante de la fusión de la segunda y tercera cadenas de distribución del país se convertirá en el mayor grupo británico por cuota de mercado, con un 31,4%, por delante del líder actual, la cadena Tesco.
La operación genera interrogantes en materia de competencia que probablemente darán lugar a una gran investigación para obtener el visto bueno de la autoridad regulatoria.
Las compañías han señalado que la fusión no tiene por qué provocar el cierre de tiendas y Sainsbury’s ha asegurado que podría recortar sus precios hasta un 10% como resultado de la operación.
Las dos marcas se mantendrán, y juntas formarán una red de más de 2.800 tiendas. Pero el consejero delegado de Sainsbury's, Mike Coupe, ha afirmado que las autoridades de competencia podrían obligar a vender algunos establecimientos para autorizar la fusión.
Algunos analistas hablan de que podrían verse obligados a vender a la competencia hasta el 15% de las tiendas.
La operación supone una sacudida al mercado detallista en Reino Unido, en el que los cuatro actores tradicionales (Tesco, Sainsbury’s, Asda y Morrisons) llevan algunos años sometidos a una fuerte presión por parte de nuevas cadenas extranjeras de bajo coste, como las alemanas Aldi y Lidl, y el gigante del comercio electrónico Amazon.
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Con esta fusión, el nuevo grupo pretende competir en mejores condiciones con sus nuevos rivales, que han ido ganando cuota de mercado en los últimos años en el mercado británico.
Según Sainsbury's, la fusión generará unas sinergias valoradas en 500 millones de libras (567 millones de euros), lo que permitirá esa bajada de precios de hasta un 10% de la que habla Sainsbury’s.