España acordó suspender temporalmente el proceso de construcción de un depósito de residuos nucleares a 100 kilómetros de la frontera portuguesa, denunciado por Portugal, que por su parte se comprometió a retirar la denuncia interpuesta ante la Comisión Europea, anunció este martes el ejecutivo comunitario.
"El acuerdo amistoso (…) compromete a España y Portugal en un proceso de consulta y diálogo constructivo que resuelva la controversia planteada por la construcción de un almacén de residuos nucleares en la central nuclear de Almaraz", indicaron los mandatarios de Portugal, España y la Comisión en una declaración conjunta.
A iniciativa del presidente del ejecutivo comunitario, Jean-Claude Juncker, el primer ministro portugués, António Costa, y su homólogo español, Mariano Rajoy, se reunieron el 3 de febrero en Malta, durante una cumbre informal de mandatarios de la UE, para hallar una solución.
La publicación en diciembre por parte del gobierno español de un decreto autorizando la construcción de este depósito de residuos nucleares generó malestar en el ejecutivo portugués, que el 16 de enero denunció a España ante la Comisión Europea.
Lisboa considera esta decisión "ilegal", ya que una directiva europea de 2014 obliga a los países de la UE a "iniciar consultas" sobre los efectos "transfronterizos potenciales" de sus proyectos públicos sobre el medioambiente.
En virtud del acuerdo alcanzado, España "no emitirá ni ejecutará la autorización para comenzar las operaciones del almacén de residuos nucleares hasta que las autoridades portuguesas haya examinado la información pertinente" y hayan visitado la central en un plazo de dos meses.
Además de la retirada de la denuncia, ambas partes se comprometen también a acelerar los trabajos sobre el desarrollo de "proyectos de interconexión de redes de gas y electricidad necesarios" para conectar la península Ibérica "con los mercados europeos", precisaron.
"Estamos asistiendo hoy al inicio del proceso, que está basado en la confianza entre los socios", subrayó en rueda de prensa el portavoz del ejecutivo comunitario, Margaritis Schinas.
Según la declaración conjunta, "ante los inmensos desafíos, económicos, sociales y geopolíticos a los que se enfrenta la Unión Europea en la actualidad, debemos concentrar nuestros esfuerzos en afrontar estos desafíos" y resolver las controversias entre "aliados tradiciones" en un "espíritu de cooperación y consenso".
