El gigante español de las telecomunicaciones, Telefónica, anunció el martes la venta de 40% de su filial de infraestructuras Telxius al fondo de inversión estadounidense KKR por 1.275 millones de euros, con el objetivo de reducir su pesada deuda.
En septiembre cuando buscaba dinero fresco, Telefónica debió renunciar en el último momento a introducir en Bolsa el mismo porcentaje de Telxius, ante la falta de ofertas satisfactorias.
En ese momento, las ofertas de los inversores eran inferiores a lo que esperaba recaudar el grupo, que estableció un rango de precios de entre 12 y 15 euros por acción.
La actual venta al fondo de inversiones estadounidense se ubicó dentro del rango, ya que el precio fue de 12,75 euros por acción, para una operación que valoriza a Telxius en 3.678 millones de euros, indicó un comunicado de Telefónica.
La empresa "utilizará los fondos para reducir deuda", explicaron los analistas de Renta 4 en una nota.
Número uno en España y entre los cinco primeros grupos de telecomunicaciones a nivel mundial, Telefónica se encuentra agobiado por una enorme deuda, que a fines de octubre se elevaba a 49.984 millones de euros.
Telefónica señala que mantendrá el control de Telxius, toda vez que la venta es de un máximo de 40% del capital, con una compra inicial por parte de KKR de un 24,8% del capital social y una opción de compra de 15,2% suplementario, que tendría que concretarse para el último trimestre de 2017.
El acuerdo necesita "obtener las aprobaciones reglamentarias pertinentes", precisó el grupo.
Desenlace lógico
"Este desenlace nos parece el más lógico. Por un lado, ante la gran dificultad para colocar la filial en el pasado pero, por otro, por la negativa de Telefónica a venderla a cualquier precio", señalaron analistas de Bankinter.
Telefónica mantendrá en sus cuentas los resultados de Telxius y seguirá siendo el principal cliente de su filial, propietaria de 16.000 torres de telecomunicación en España, Alemania, Brasil, Chile y Perú.
Telxius administra asimismo unos 65.000 km de fibra óptica submarina, principalmente una red de cables que conecta Estados Unidos y América Latina.
La decisión de KKR de invertir en Telxius se explica por el "fuerte crecimiento" esperado en el sector, que se beneficia de una "creciente demanda de datos móviles, impulsada por el aumento de contenido 4K (imágenes digitales en alta definición) y la realidad virtual, así como la necesidad de una infraestructura fiable de internet", dijo Jesús Olmos, director de operaciones del fondo en España.
En la Bolsa de Madrid, el título de Telefónica ganó a la apertura, pero a las 12H30 GMT perdía 0,76% a 9,33 euros, en un mercado en leve alza de 0,13%.
El año 2016 para Telefónica estuvo marcado por varios contratiempos ligados a sus esfuerzos de disminuir su deuda.
En mayo, tuvo que renunciar a la venta de su filial británica O2 al conglomerado hongkonés Hutchison Whampoa, ya que la Comisión Europea prohibió la operación por temor a un alza de las tarifas para los consumidores en el Reino Unido.
Telefónica sufrió también de la devaluación de las divisas frente al euro en varios de sus grandes mercados, como Brasil, Reino Unido o Argentina.
El grupo, que presenta el jueves sus resultados anuales, ya advirtió que su dividendo de 2016 pagado a los accionista se reduciría a 0,55 euros por acción, contra 0,75 euros previstos inicialmente.
La crisis económicas de los últimos años en España impulsó a Telefónica a concentrarse en un número limitado de mercados: España, Alemania y Brasil en particular. El grupo también puso el acento en servicios de fuerte valor añadido (fibra, televisión de pago, 4G, teléfonos inteligentes).
El grupo empleaba a cerca de 130.000 personas a fines de 2015 (última cifra global disponible). Para el cierre del tercer trimestre de 2016, el número de empleados se redujo un 11% en España, donde lleva a cabo recortes de personal.