Vicepresidenta de Nicaragua, en vísperas de fin de año: «Concluimos un año vivido con esperanza»

Foto: vísperas del cierre de año en Nicaragua / Cortesía
Foto: vísperas del cierre de año en Nicaragua / Cortesía

La vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, se dirigió a las familias nicaragüenses con un mensaje emotivo y lleno de esperanza en vísperas del cierre de año.

En sus palabras, resaltó valores fundamentales como la gratitud, el compromiso con la paz, y la solidaridad, poniendo en alto el orgullo nacional y la conexión espiritual que guía al pueblo.

 

«Deseémonos todos un mejor, cada vez mejor año entrante, excelentes tiempos que Dios nos ha dado, y estamos agradecidos profundamente al Padre Celestial; por estos tiempos que son de victoria», expresó la vicepresidenta, subrayando la importancia de reconocer las bendiciones divinas y el optimismo hacia el futuro.

Con un espíritu de unidad, destacó: «Concluimos otro año, y un año que hemos vivido con esperanza, nos reunimos todos como gran familia nicaragüense; nos celebramos con nuestros hermanos luchadores del mundo, como pueblo victorioso, pueblo de Dios». Este llamado a la unión nacional e internacional refuerza la idea de un pueblo que se reconoce en sus luchas y logros compartidos.

«La heroica Nicaragua guía sus pasos con sensibilidad y sabiduría»

La vicepresidenta también reflexionó sobre los desafíos del año y el compromiso colectivo: «Un año de compromiso con la paz, procurando armonía y entendimiento entre todos y por el bien de todos, reconociendo que la sabiduría; sensibilidad, sensatez y el invicto heroísmo del pueblo, de nuestro gran pueblo nicaragüense, guía nuestros pasos».

Además, Murillo enfatizó la necesidad de dejar atrás actitudes negativas y avanzar con generosidad: «Nos comprometemos todos a seguir vibrando en fraternal generosidad; compartiendo aspiraciones y trascendiendo juntos los vicios y miserias que deben quedar atrás, como enterrados serán, no lo dudamos; el egoísmo y la crueldad. Nuestros corazones están en cada lugar de este mundo donde hay seres humanos sufriendo y justicia y crímenes que nos oscurecen a todos».

En dicho comunicación también expresó: «Nuestros corazones condenan el infierno y la humillación de las guerras, pedimos a Dios que cesen los genocidios, y que pueblos como la heroica Palestina sean liberados de la esclavitud, de la maldad y el odio irracionales; y que brille intensa, rosa; digna y luminosa la paz para avanzar y prosperar».

Finalmente, exaltó los valores culturales y espirituales de Nicaragua: «Nicaragua, patria privilegiada de Rubén Darío y tierra bendita del General de hombres y mujeres libres, profundo visionario espiritual, Augusto Nicolás Sandino; nuestra Nicaragua canta a la esperanza y clama para que Cristo Jesús tienda su mano de luz sobre las fieras y haga brillar al sol su divina bandera».