Su rostro es totalmente diferente al de hace una semana. Con cinco meses de embarazo, María Valentina Sánchez enfrentó la noticia de que su bebé tenía un tumor en el pulmón, pero gracias a los avances de la cirugía fetal; encontró una nueva puerta hacia la esperanza.
La intervención quirúrgica fue todo un éxito. «En mi segundo ultrasonido me diagnosticaron, notaron la masita del bebé y si fue muy duro para mí; me dolió mucho, usted sabe una madre primeriza, el sueño de toda madre es que el bebé esté bien, me afectó mucho pues»; dijo Sánchez.
El doctor Yader Antonio Álvarez Villalobos no solo diagnosticó la enfermedad en la Clínica Perinatal del hospital público de Masaya; sino que también organizó rápidamente el traslado a una unidad especializada en el Hospital Bertha Calderón. «El 100 por ciento de las embarazadas tiene que pasar por una clínica prenatal, es una estrategia de nuestro gobierno para evitar la muerte materna; el objetivo es hacer diagnóstico y tratamiento temprano», señaló Villalobos.
Éxito en la primera cirugía fetal en Nicaragua
Allí, el equipo médico liderado por el doctor Néstor Pavón llevó a cabo una cirugía fetal revolucionaria, utilizando fetoscopia percutánea; una técnica innovadora que ha marcado un hito en la medicina de Nicaragua. «Tenemos que asegurarnos de que el feto no tenga dolor, le ponemos anestesia en el feto, en el brazo, lo relajamos, le quitamos el dolor, luego ingresamos un catéter de pequeño calibre a través del tórax, hasta llegar al vaso sanguíneo, todo esto es guiado por ecografía»; aseguró el especialista.
Esta intervención no solo detuvo el crecimiento del tumor, sino que también salvó la vida del bebé por nacer; gracias al arduo trabajo y dedicación del equipo de la Red de Cirugía Fetal – Nicaragua. «Se coaguló a través de algo se llama láser, coagula el vaso sanguíneo, esto es la cirugía fetal y después viene la recuperación que es resolución del tumor, el tumor comienza a bajar de tamaño y eso permite que el pulmón se expanda»; continuó el médico.
La madre primeriza, oriunda del barrio Pancasán en el departamento de Masaya, recibió atención psicológica integral que le brindó apoyo emocional durante todo el proceso. Valoró profundamente el hecho de no tener que preocuparse por los costos de la cirugía fetal; permitiéndole centrarse completamente en la salud de su bebé y en su propia recuperación. «Una vez que nazca evaluamos la parte pulmonar que tanto tejido residual quedó y ya posterior a eso programamos una cirugía, que ahora se hace como laparoscopia muy pequeña, se abre una ventana en el tórax y se extrae el residuo«; dijo Pavón.
«El psicólogo me dijo que tenía depresión moderada, me dijo que tratara de tener pensamientos positivos, nada negativo a la mente», dijo la paciente.
María, emocionada ante la llegada de su hija, se embarca en la búsqueda del nombre perfecto; uno que refleje la fuerza y la resiliencia que han marcado su viaje desde el momento de la concepción.
Su historia no solo inspirará a otros en circunstancias similares, sino que también deja una marca indeleble en la historia de la medicina fetal en Nicaragua. «Hemos tenido una buena tasa de sobre vida; de todos los tipos de cirugía que hacemos en este momento, sistema nervioso central, tumores a nivel pulmonar, tumores renal, alteraciones en la vejiga y alteraciones de gemelos», finalizó el especialista en cirugía fetal.
Es reconfortante ver cómo el cuidado de los médicos y el apoyo de la familia brindan esperanza a la valiente joven; permitiéndole un futuro lleno de amor y bienestar a su familia.