En Nicaragua, el cine ha experimentado un resurgimiento notable en los últimos años, marcando una nueva era de crecimiento y profesionalización en la industria. En una entrevista exclusiva que tuvo la revista “La Notificación” de TN8 con Idania Castillo, codirectora de la Cinemateca Nacional, y Adrián Carrasco, asesor de la misma institución, exploramos los avances y desafíos que han impulsado este renacimiento cinematográfico.
Desde su inicio en los años 80, el cine nicaragüense ha evolucionado significativamente, gracias al apoyo de la revolución y a la creación de instituciones como la Cinemateca Nacional y el Instituto Nicaragüense de Cinematografía. Esta era fue testigo de una prolífica producción audiovisual que consagró al cine nacional en la escena internacional.
Según Castillo, el cine en Nicaragua tiene raíces profundas en la historia del país, reflejando las luchas y aspiraciones del pueblo. Sin embargo, durante años estuvo relegado, hasta que en 2006, se revitalizó con el rescate del patrimonio fílmico y la aprobación de la ley que dio vida a la Cinemateca Nacional.
La institucionalización del séptimo arte ha sido fundamental para su desarrollo. Estrategias innovadoras, como las implementadas por el Centro Nacional de Enseñanza Audiovisual y Cinematográfica (CENIAC), han promovido el acceso gratuito al cine y han fortalecido la participación en eventos y programas internacionales.
Raíces históricas del cine en Nicaragua
Los acuerdos internacionales han sido claves en este proceso. Nicaragua ha establecido colaboraciones con países como México, Cuba, Argentina y recientemente Rusia, facilitando el intercambio cultural y la coproducción de películas.
El reconocimiento legal y el respaldo institucional también han sido significativos. La reciente reforma a la Ley 909, ratificada por unanimidad en el Parlamento, refuerza el papel de la Cinemateca Nacional como líder en la promoción y desarrollo del cine nacional.
Además, se han realizado inversiones cruciales en infraestructura y equipamiento técnico, mientras que la Academia de Profesionales del Cine garantiza la calidad de la enseñanza; seleccionando a docentes con amplia experiencia tanto en la práctica cinematográfica como en la educación.
Con más de 4.300 estudiantes formados en el CENIAC, Nicaragua está cultivando una nueva generación de cineastas preparados para llevar el cine nacional a nuevas alturas.
La aprobación reciente de una iniciativa de ley para fomentar la producción cinematográfica nacional; demuestra el compromiso continuo del país con el crecimiento y la diversidad cultural a través del cine.
En resumen, el cine nicaragüense está experimentando una transformación inspiradora; impulsada por la pasión el talento y el compromiso de sus protagonistas. Con un enfoque en la calidad, la innovación y la colaboración internacional, Nicaragua está forjando un futuro vibrante y prometedor para su industria cinematográfica.