“7 años con este, de asistir a Santo Domingo, por un milagro de sanidad. Me habían detectado una enfermedad en el cerebelo, y gracias a Jesucristo primeramente, con la intercesión de Santo Domingo”; expresó Melvin Gaitán, promesante de la diminuta imagen, en Managua.
En estas fiestas tradicionales de Managua, la presencia de promesantes y feligreses, tradicionalistas era notoria; luego de que por 2 años consecutivos el patrón de Managua como se le adoptó por los capitalinos, no bajara a la capital, por el COVID-19.
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Kevin Hernández, habitante del barrio La Luz, Managua expresó que da “gracias a Dios por permitir un año más de vida, cumplir la promesa al santito. Llevo 12 años pagándole promesa a Santo Domingo de Guzmán, una por mí, y una que seguí pagando por mi abuelo que falleció hace 2 años. Decidí tomar la devoción y promesa de él, y doy gracias a Dios porque me permitió venirle a bailar con réplica en cabeza, al santo”.
Sin lugar a duda la población de Managua vivió este 1ero de agosto con seguridad, alegría y paz; ya que se contaba con la presencia de la Policía Nacional, al resguardo de las personas, y así evitar alteraciones al orden público.
De igual forma los uniformados eran quienes llevaban acordonado en protección de la imagen de Santo Domingo de Guzmán.
“Yo creo que hasta la cuenta perdí, tengo más de 40 años de venir, la tradición es promesa. Empezamos con las promesas y terminamos con tradición, porque las promesas todo el tiempo se cumplen. Lo que le pedimos a Santo Domingo, y yo le pedí que en este tiempo de pandemia, nos diera protección a toda Nicaragua y al mundo”; manifestó doña Maritza Cruz, habitante de Managua.