Emoción, tradición, efusividad y un ambiente en que la alegría se vuelve comunal; es lo que define las fiestas taurinas en cualquier rincón de Nicaragua. Sin embargo, ocurren situaciones trágicas en muchas de las barreras, en que hombres sufren heridas graves y a veces letales en estas montas de toros.
Cada municipio del país tiene sus fechas para estas festividades desde las famosas barreras; en que tanto jóvenes como adultos asisten como una celebración local. En muchos casos lo perciben como una fiesta a la que simplemente no pueden faltar.
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Entre la exhibición y actividades de la barrera, están las montas de estos peligrosos animales. Se realizan por parte de expertos montadores que trabajan con los comités de fiestas patronales de cada localidad. Otros van haciendo su carrera al ir a distintas barreras y recorrer todo el país, ganándose un nombre de prestigio en este circuito.
Para los montadores, así como los sorteadores; esto es un trabajo más y a lo que han dedicado tiempo para especializarse. Desgraciadamente tan solo en los últimos meses, hemos visto casos de hombres muertos y otros con heridas graves en Granada, Ometepe, Nandaime y Rivas.
Así mismo hay quienes entran a sortear o montar toros sin la debida experiencia y lo peor de todo: en estado de ebriedad.
¿Cómo controlar las montas de toros?
Las autoridades municipales así como instituciones de seguridad pública hacen presencia en estas barreras. Por parte de la Policía Nacional mantienen agentes para resguardar el orden en caso las cosas se salgan de control.
La pregunta es: ¿qué se percibe como algo fuera de control? Cuando ocurren estos accidentes con sorteadores que son corneados, o montadores que el toro les pisa la cabeza; se da la conmoción en el público durante el momento, sin embargo una vez que retiran al hombre herido, el evento continúa.
Para el espectador el show es ver cómo un hombre desafía la muerte. Nadie quiere ver a alguien sufrir, por supuesto, pero cuando ocurre nadie de los presentes se asusta tanto. Ya saben que el que trabaja como sorteador o montador, está claro a qué desafío se enfrenta.
Una tradición que no se extingue
Aunque muchas personas no comprendan cómo puede haber aún este tipo de actividades, en que haya gente que muera por desafiar a toros embravecidos; las tradiciones taurinas seguirán en Nicaragua.
El público es lo que mantiene viva cualquier actividad. Además, la logística detrás de estas barreras significa que hay muchas personas que dependen de estos eventos. Es una cantidad importante de gente que trabaja desde el montaje, hasta la venta de productos y de igual forma el cuido, transporte y mantenimiento de estos animales.
Otro punto es que las montas escalan cualquier estrato social, existen desde las más humildes y populares hasta otras que una entrada puede costar un alto precio.
Esto hace de esta tradición una que continuará en el país, independientemente si hay más muertes o heridos; aunque esperamos que esto ocurra con menos frecuencia.