Con la orden «Julio Buitrago Urroz» fueron condecorados los maestros Orlando Pineda y Evelyn Vanegas; miembros de la Asociación de Educadores Populares Carlos Fonseca Amador, por su incansable trabajo de educar a los iletrados durante 43 años en Nicaragua.
Fue un 23 de marzo de 1980 que más de 100 mil jóvenes, maestros y colaboradores cubanos se organizaron; y por seis meses se desplazaron por las montañas, valles, y comunidades de Nicaragua, a enseñar, a leer y escribir a todo el campesinado culminando la jornada el 23 de agosto del mismo año.
noticias de nicaragua,noticias de hoy,nicaragua,nicaragua noticias,managua,canal 4 nicaragua,canal 4 noticias,ministerio de educación,festival,cotona de alfabetizador,mined,politica de nicaragua,gesta heroica.
- Te puede interesar: Niños y niñas con discapacidad reciben atención en salud en Bilwi
«Los jóvenes para nosotros son un tesoro, venimos desde 1980 con ustedes, 43 años que no han sido fáciles; especialmente cuando nos bloquearon los televisores, mientras Cuba nos regala cinco mil televisores, cinco mil VHS y medio millón de cartillas para que nuestro pueblo aprendiera a leer; el presidente Bolaños (Enrique) detenía ese progreso para Nicaragua»; rememoró el profesor Orlando Pineda, pionero de la Gran Cruzada Nacional de Alfabetización en Nicaragua.
La Cruzada Nacional de Alfabetización permitió reducir el índice de analfabetismo del 52 al 12 .9 por ciento; por lo que el país centroamericano recibió la medalla Nadeshda Krúpskaya por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación; la Ciencia y la Cultura. Para esa época la población nicaragüense era de un poco más de 3 millones de habitantes en Nicaragua.
43 años de la Cruzada de Alfabetización en Nicaragua
En aquel entonces el maestro Juan Bautista Arríen era el representante de la Unesco en Nicaragua; y calificó a la gran cruzada de Alfabetización como la gran epopeya cultural.
Se calcula que en esa época se alfabetizó a más de 400 mil personas de Nicaragua que se mantenían en la oscurana y pasaron a la claridad.
Aún se recuerda que muchos jóvenes llenos de mucha ilusión y con el compromiso que les caracteriza al nicaragüense; dejaron sus hogares en la ciudad y consigo llevaban una maleta llena de ilusiones que cumplieron seis meses después de salir en camiones desde la plaza de la Revolución en la capital de Nicaragua.