«Porque los héroes no dijeron que morían por la patria, sino que murieron». (Leonel Rugama).
Iniciando el día, miembros de la juventud sandinista depositaron una flor, recitaron poemas y entonaron piezas revolucionarias en conmemoración al 53 aniversario del paso a la inmortalidad de Leonel Rugama, Roger Núñez y Mauricio Hernández, quienes fallecieron en combate un 15 de enero de 1970.
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El compromiso con la revolución ha sido heredado por la juventud nicaragüense y a 53 años de la muerte de estos héroes de la patria, se ha confirmado que en la actualidad las nuevas generaciones respetan y continúan el legado de estas grandes figuras, que dieron sus vidas para un mejor porvenir de la nación.
Decenas de jóvenes se presentaron al monumento en honor a Leonel Rugama frente al cementerio periférico en Managua y entonando canciones, pasaron uno a uno para depositar una flor que es símbolo del amor de Leonel a su patria.
Recordando el legado de Leonel Rugama
“Significa recordar ese legado, recordar el amor que Lionel tuvo para su patria; de inmolar su cuerpo, su propia alma para poder gozar nosotros de una Nicaragua libre, de una Nicaragua soberana; de que los niños puedan ir a las escuelas y tener accesos a la merienda escolar; y de todos los programas que ejecuta el gobierno de Nicaragua”, expreso Noel Bravo, miembro de la Juventud Sandinista 19 de Julio.
A 53 años del paso a la inmortalidad de nuestro poeta guerrillero Leonel Rugama, estamos una vez más comprometiéndonos con la juventud; esa juventud llena de vigor y de gloria; esa juventud que cada alza banderas de relevo generacional, para seguir cumpliendo con este legado de amor y de valentía”. Manifestó Paola Gutiérrez, parte de JS19.
Leonel Rugama falleció en Managua combatiendo contra un batallón de la genocida Guardia Nacional de Somoza, en un enfrentamiento desigual. Rugama resistía en compañía única de los combatientes Roger Núñez Dávila y Mauricio Hernández.
Durante el combate donde perdió la vida, el General Samuel Genie Lacayo les solicita que se rindan, a lo que Leonel respondió desde la trinchera: ¡Que se rinda tu madre!.
