En un emotivo acto realizado durante los desfiles patrios de distintos centros educativos de Managua, el Presidente de Nicaragua, Daniel Ortega; y la vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, presidieron el evento en conmemoración de la Independencia del país.
El Presidente Daniel Ortega, resaltó la importancia histórica de la Batalla de San Jacinto, una gesta heroica que marcó la primera derrota de los imperialistas en América Latina. Además; destacó la figura del General José Dolores Estrada y de Andrés Castro, quienes encabezaron la resistencia frente a las fuerzas invasoras, defendiendo con valentía la soberanía de Nicaragua.
El presidente también subrayó la conmemoración del 168 aniversario de esta histórica batalla, junto con el 203 aniversario de la independencia de Nicaragua; remarcando la importancia de la paz y la educación para el desarrollo de las familias nicaragüenses.
Compromiso de los jóvenes para defender la soberanía de Nicaragua
En su discurso, el presidente inició con un saludo a los asistentes: «Buenas tardes, hermanos nicaragüenses, familias nicaragüenses, juventud divino tesoro, estudiantes de esta patria, que libró una gloriosa batalla»; señalando el compromiso de los jóvenes con la patria y su rol en la defensa de la soberanía a lo largo de la historia.
Recordó el proceso de independencia de Nicaragua, comenzando en 1821 con la declaración en Guatemala y mencionando cómo la independencia de toda Centroamérica fue amenazada por las invasiones expansionistas y esclavistas del imperialismo yanqui.
Así mismo, denunció el papel histórico que jugaron tanto los gobiernos europeos como los norteamericanos, impulsados por intereses económicos y el «capitalismo salvaje», en la esclavización de pueblos, destacando que muchos de estos actores aún pretenden presentarse como «demócratas»; cuando en realidad fueron y siguen siendo enemigos de los pueblos y de la verdadera democracia. El presidente afirmó que este hecho no debe olvidarse jamás: «Y dicen que son demócratas, son realmente enemigos de la democracia, enemigo de los pueblos; y eso no se puede olvidar, no se debe olvidar».
«La primera derrota de los imperialistas yanquis, es aquí en Nicaragua»
El mandatario luego recordó uno de los episodios más significativos de la historia nicaragüense: la Batalla de San Jacinto, librada el 14 de septiembre de 1856. En esta contienda, el General José Dolores Estrada; junto con campesinos y soldados patriotas, defendieron con éxito la soberanía de Nicaragua frente a los filibusteros liderados por William Walker, un mercenario estadounidense que intentaba establecer un régimen esclavista en el país. El Presidente expresó con orgullo: «Este día histórico; porque la primera derrota de los imperialistas yanquis, en nuestra América; aquí en Nicaragua, en San Jacinto, y ahí el General, José Dolores Estrada, al frente, y Andrés con la piedra defendiendo la soberanía de Nicaragua, enfrentándose a los invasores».
En la conmemoración, el presidente recordó cómo, a pesar de la resistencia nicaragüense, los invasores dejaron una estela de destrucción. «Al final, lo que les quedó a los invasores fue, cuando ya estaban siendo derrotados por los patriotas nicaragüenses, incendiar la ciudad de Granada y pusieron un rótulo que decía ‘Aquí fue Granada’; pero ya salieron huyendo», relató. Este hecho, según Ortega, demostró la valentía y el sacrificio del pueblo nicaragüense en su lucha por la soberanía, un hito que se convirtió en motivo de orgullo nacional: «La primera derrota del expansionismo yanqui fue; para todo orgullo, aquí en Nicaragua, en la Hacienda San Jacinto».
«La Batalla de San Jacinto, la que realmente consolidó la independencia nacional»
El presidente también destacó los logros obtenidos gracias a la presión del pueblo en la lucha por la independencia, tanto en 1821 como en las posteriores pruebas de fuego que enfrentó la soberanía nacional. «Se logró con la presión del pueblo, porque ellos estaban por buscar un acuerdo de independencia donde quedábamos sometidos al imperio, que a la vez, estaba sometido al imperio español», subrayando que Nicaragua se independizó de España y, por un breve periodo, estuvo anexa al imperio de Iturbide en México. Sin embargo, fue la Batalla de San Jacinto la que realmente consolidó la independencia nacional.
Igualmente hizo énfasis en la educación como una herramienta fundamental para la verdadera libertad. «Estudiantes de todos los municipios de Nicaragua, que con el respaldo de las familias, y con los programas que hemos desarrollado, están logrando avanzar y seguir adelante de lo que es el conocimiento, el conocimiento fundamental para ser libre»; afirmó. El presidente reafirmó los avances del país en la erradicación del analfabetismo y el acceso a la educación en zonas rurales y urbanas, haciendo mención especial a los campesinos que ahora tienen la oportunidad de cursar estudios universitarios. «Hemos logrado derrotar el analfabetismo en nuestro país y ahora crecemos con la educación en las ciudades, en los barrios, en el campo; donde los campesinos descalzos van a estudiar carreras universitarias», añadió con orgullo.
Concluyó su intervención llamando a los jóvenes a comprometerse con el desarrollo del país y la construcción de una vida digna para todos; jurando ante Dios y la patria trabajar por los sueños y el bienestar de Nicaragua. «Vamos a jurar ante Dios, ante la patria, que como estudiantes, como vocación de espíritu de servicio para alcanzar los sueños y construir el desarrollo de nuestro país, para que logremos cada día una vida digna», dijo. Además, reiteró que la paz es un pilar fundamental para que las familias nicaragüenses puedan prosperar; asegurando que el esfuerzo conjunto del pueblo y las familias será reconocido por Dios y la historia.