Óscar Meza, el exitoso creador de contenido de «La Capital», cada vez conquista más corazones en redes sociales, y esta vez tocó una fibra especial en los nicaragüenses. El pasado 20 de noviembre, Meza compartió en su página de Facebook un desayuno típico nicaragüense (bueno, quizás un poco más que un desayuno).
Este hizo honor a nuestra gastronomía y provocó una ola de comentarios llenos de orgullo y cariño. El menú incluyó gallopinto, chorizo, huevo frito, chicharrón, moronga y un poco de carne asada, una combinación que representa un poco de la fritanga junto con un desayuno poderoso para un fin de semana.
Sin embargo, lo que realmente robó el show fue la reacción de los nicaragüenses en los comentarios, quienes no solo agradecieron a Óscar Meza por resaltar nuestra cultura culinaria, sino que también aprovecharon para enseñarle un detalle clave: “Aquí en Nicaragua no le llamamos morcilla, le decimos moronga”.
El sabor nica llega al paladar de Óscar Meza
No cabe la menor duda de que la pasión que los nicaragüenses sienten por su cocina es incomparable a ninguna parte del mundo.
Además, la publicación desató elogios sobre el gallopinto, nuestro plato más emblemático (no de los ticos, a como erróneamente se adjudican), sino que también reafirmó la idea de que cada detalle en la comida tiene un significado cultural profundo.
Muchos seguidores comentaron con entusiasmo frases como “¡No hay como la comida de Nicaragua!” y “Orgullo nica en cada bocado*.
Sobre La Capital
La conexión de Óscar Meza con las tradiciones culinarias de diferentes países latinoamericanos lo ha convertido en un referente en la plataforma La Capital. Cuenta con más de 7 millones de suscriptores, donde muestra su amor por los sabores auténticos. De hecho, este desayuno nicaragüense es un claro ejemplo de cómo la gastronomía cruza fronteras.
Si algo quedó claro tras este festín virtual es que los nicaragüenses tienen una cocina que merece ser explorada y celebrada. Desde el nacatamal hasta el vigorón, nuestra riqueza culinaria no solo enorgullece, sino que también despierta la envidia de quienes la descubren. Así que, ¡a probar de todo! Porque cada plato que llevamos a la mesa es una historia que merece ser contada.