Rubén Darío, cuyo nombre real era Félix Rubén García Sarmiento, nació el 18 de enero de 1867 en Metapa, hoy conocido como Ciudad Darío, en el país. Es reconocido como el máximo exponente del modernismo literario en lengua española y uno de los poetas más influyentes del siglo XIX.
Desde temprana edad, Rubén Darío mostró una inclinación hacia la literatura, publicando sus primeros versos a los 14 años en periódicos locales. Su talento no pasó desapercibido, y a los 18 años se trasladó a Chile, donde entró en contacto con las corrientes literarias y culturales de la época. Su poesía reflejó una mezcla de influencias, desde el simbolismo francés hasta la riqueza cultural de América Latina.
En 1888, publicó su obra «Azul», un libro de poemas y cuentos que marcó el inicio del modernismo. Esta obra destacó por su innovación estilística, el uso de lenguaje exquisito y simbolismo profundo. Darío introdujo un nuevo lenguaje poético, alejándose de las formas tradicionales y explorando la musicalidad y la estética en sus versos.
El Príncipe de las letras Castellanas, también ocupó importantes roles diplomáticos. En 1893, representó a Nicaragua en la Exposición Mundial de Chicago, donde leyó su famoso poema «Canto a la Argentina». Su labor diplomática lo llevó a residir en varios países, incluyendo España, donde se relacionó con la intelectualidad y contribuyó a consolidar la imagen de América Latina en la literatura universal.
Rubén Darío, ilustre literario
El poeta nicaragüense continuó su carrera literaria con obras destacadas como «Prosas Profanas» (1896) y «Cantos de Vida y Esperanza» (1905). En esta última, expresó su visión del mundo, la búsqueda de la esencia americana y la reflexión sobre el devenir histórico de su continente.
Darío también fue un precursor del periodismo literario y cultural. Fundó revistas como «Revista de América» y «Mundial Magazine», donde promovió nuevas corrientes artísticas y difundió su visión cosmopolita y modernista.
Su legado trascendió las fronteras de la literatura. Rubén Darío influyó en generaciones de escritores y poetas, siendo reconocido como el líder indiscutible del modernismo. Su obra abrió caminos para la experimentación lingüística y temática, transformando la poesía en una expresión artística rica y compleja.
El poeta falleció el 6 de febrero de 1916 en León, Nicaragua, pero su influencia perdura en Nicaragua y todo el mundo. El modernismo del poeta, no solo dejó una huella profunda en la poesía, sino que también contribuyó al desarrollo cultural y literario de América Latina, consolidando su posición como una figura clave en la historia de la literatura en español.