Desde 2007, en Nicaragua, más de 1 millón 200 mil niños y jóvenes se benefician con la merienda escolar. Este 6 de agosto, autoridades educativas, miembros del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas, estudiantes y padres de familia dieron acompañamiento a la salida de los camiones que distribuyen la tercera entrega de alimentos en todo el país.
«En esta última entrega estamos llevando 44,200 quintales de cereal, 47,000 quintales de arroz, 33,548 quintales de frijol, 43,932 quintales de maíz, 7,900 quintales de harina de trigo, así como 135,000 galones de aceite», aseveró Mendy Araúz, Ministra de Educación.
Esta merienda escolar es garantizada y entregada a los estudiantes de educación inicial, primaria, secundaria regular; así como a las modalidades de primaria, secundaria a distancia en el campo, y las escuelas normales de educación superior.
«A partir de hoy, esta distribución llegará a la Región Autónoma de la Costa Caribe Sur, Zelaya Central, seguidamente a Jinotega, Matagalpa, el sector minero; y finalizará en Managua el día 23 de agosto», agregó la Ministra de Educación.
Nicaragua comprometida con la educación
La Merienda Escolar consiste en la entrega diaria de una ración de alimentos básicos, garantizando el 30% de las energías diarias a niñas, niños, adolescentes y jóvenes estudiantes.
Anualmente, se conforman 11,000 comités de Alimentación Escolar, los cuales desarrollan actividades relacionadas con la alimentación de los estudiantes en cada centro educativo. En estos comités se unen los esfuerzos de las autoridades; los padres de familia y los dirigentes comunales en beneficio de la alimentación y nutrición de los niños.
«Es un gran beneficio porque hay muchos niños que llegan sin desayunar a los colegios y con esta preparación de alimentos, al menos ya tienen con qué llenar su pancita. A nosotros, los padres de familia; se nos da la confianza de elaborar esa merienda», comentó Glenda Soza, madre de familia.
Implementación de la estrategia de seguridad alimentaria
«Esto es voluntario; unas hacemos las tortillas, otras el arroz, otras los frijoles, y luego repartimos a los niños que llegan con sus platitos y vasitos«, agregó Glenda.
La felicidad de padres e hijos era enorme, y la conciencia tranquila de que sus hijos estudian con el estómago lleno es gratificante: «A veces uno no tiene nada en su casa y ya uno dice: van a ir al colegio; pero allá les van a dar la merienda a mis hijos, allá les van a dar alimentos. Eso es algo que uno se siente gozoso; ya no estamos con aquel pensamiento de que mi hijo está estudiando y no tiene nada en su pancita«, aseguró Isabel Oviedo, madre de familia.
La implementación de la estrategia de seguridad alimentaria y nutricional del MINED, que contiene cuatro componentes (Merienda Escolar, Huerto Escolar, Kiosco Escolar y Educación en Seguridad Alimentaria Nutricional); incluye la participación activa de las familias y las comunidades en los centros educativos del país.