Este fin de semana el programa La Notificación abordó la experiencia de vida de dos comunidades del pacífico de Nicaragua; donde se conversó con productores y pobladores del Boquete Santa Ana, quienes fueron reubicados por la construcción de una carretera de 15 kilómetros la cual les ha cambiado la vida.
Sin embargo, vamos a centrarnos en un tema que también está siendo de relevancia en nuestro país; como lo es la elaboración de sal en nuestro país.
Esta funciona en su mayoría mediante pequeña cooperativas que unidas, recolectan, procesan y venden, este producto. Les hablamos de pequeños empresarios ubicados en las cercanías de Nagarote, quienes han sabido utilizar los recursos que las playas de occidente les proveen.
Lee también: Nicaragua sostuvo encuentro con el presidente de ICAP
El comercio y el consumo de este producto ha crecido sustancialmente en los último años, actualmente el 92% de la sal que se produce, se consume localmente.
Otro factor muy importante es la generación de empleo local, pues estás pequeñas cooperativas han logrado unificarse con empresas acopiadoras de sal que la venden al por mayor.
Hay un componente requerido en la cocina y en diversas industrias; cuya producción empieza a crecer en Nicaragua. Es el rey de los condimentos y casi nunca nos detenemos a pensar, ¿Cómo la sal llega hasta nuestras mesas?.
«La sal es condimento por excelencia que usan los seres humanos en todas las civilizaciones a lo largo de la historia. Llegó a hacer en el mundo antiguo un producto tan valioso que incluso se utilizó como salario», expresó Carlos Rivas, Director ejecutivo de Nica Sal productora de sal Atlántida.
«Este producto desarrolló múltiples aplicaciones. En el caso de Nicaragua desde antes que vinieran los españoles, ya nuestros ancestros precolombinos; ya tenían una práctica igual que lo desarrollaron culturas en todos los continentes del mundo para hacer sal a partir del agua de mar, por evaporación solar», añadió Rivas.
Y es en las playas del pacífico de Nicaragua donde pobladores han aprovechado los recursos de la madre naturaleza; combinándolos con los valores solidarios que hoy los unen en cooperativas de productores de sal.
Rosa Gómez, expresó: «Nosotros a raíz de formar parte de esta cooperativa, éramos unos productores de sal artesanales. Es decir nuestra sal no tenía valor; entonces los procesadores nos pagan el precio que ellos estimaban».
«Nosotros no recibíamos ningún beneficio y siempre estábamos en crisis. Entonces a raíz de formar parte de la cooperativa, pues ya fuimos prosperando», añadió Gómez.
«Cuando nosotros ingresamos en este negocio hace un poco más de 20 años; recuerdo que aquí la producción equivalía a un millón de quintales; hoy somos autosuficiente«, compartió Rivas.
La importancia de la sal como parte de los requerimientos para elaborar otros productos como el del queso, es de vital importancia. Solo para elaborar una libra de queso; se necesitan un galón de leche y un cuarto de libra de sal, una oportunidad para esta empresa.
En el departamento de León hay 166 fincas activas; aquí se produce el 90% de la sal del país y el otro 10% está ubicado en Tola, Rivas.
De esta manera la construcción de carreteras hacia el Caribe nicaragüense ha logrado de que las familias de esa zona logren consumir sal de calidad mejorando por supuesto la salud.