Corredores de bienes raíces están siendo capacitados sobre la ley 1129, Ley de Correduría de bienes raíces de Nicaragua, la que fue reformada el 8 de septiembre del 2022 por la Asamblea Nacional.
Esencialmente, la reforma faculta al MIFIC, a través de la unidad de correduría de bienes raíces, a fungir como el ente regulador de los corredores de bienes raíces.
La misma reforma establece que los corredores de bienes raíces de Nicaragua deben contar con una licencia para poder operar; misma que será otorgada por el Ministerio de Fomento, Industria y Comercio.
“Hemos venido ordenando este tema del mercado de bienes inmobiliarios porque teníamos una ley del 2012 que no se había implementado y hay un gran cambio en la ley. Ahora la unidad de correduría de bienes raíces del MIFIC es la autoridad competente para llevar este ordenamiento»; explicó Nohemí Solano, Directora General de Comercio Interior del MIFIC.
«La ley lo que busca es que todos los corredores de Nicaragua cuenten con una licencia para poder operar como corredores de bienes raíces, a fin de que el mercado sea transparente”; aseguró.
Bienes raíces en Nicaragua
Para la obtención de la licencia se requiere hacer cursos, que el MIFIC ha venido impartiendo. “Hemos hecho cinco cursos para corredores y siete cursos para sus agentes y ahora estamos en el trámite de la licencia. Con esto logramos que cada uno de los corredores actúen con los mismos criterios y requisitos y regular toda la actividad del corretaje”; reiteró Solano.
Actualmente, se han capacitado 120 corredores y cada uno tiene una cantidad de agentes que son también regulados por la ley 1129.
Manuel Ignacio Lacayo, asesor de correduría de seguros, manifestó que con la reforma realizada a la ley es muy adecuada para Nicaragua; ya que representa la seguridad jurídica, tanto para el corredor como las partes que intervienen.
“Las licencias se están emitiendo en tiempo, siempre y cuando uno cumpla con los requisitos que la ley establece. Si vemos el espíritu de la ley realmente el mayor beneficiario es el consumidor directo del corretaje. Por lo tanto, esto viene a ampliar la información y los requisitos de ley para saber en qué condiciones los clientes contratan, entonces el mayor beneficiado lógicamente va a ser el cliente”; consideró Lacayo.
