Cada mes en Nicaragua, la nueva planta de oxígeno, en una primera etapa, tendrá la capacidad de llenar unos 13 mil 440 cilindros y, por lo tanto, irá cubriendo la demanda de las unidades de salud de manera gradual.
Tiene el nombre de María Auxiliadora Ramos Hernández, quien cayó en una emboscada provocada por la contrarrevolución en noviembre de 1987. En la inauguración participaron sus familiares.
«Es un día que marca la historia porque estamos garantizando para nuestra población el oxígeno medicinal. Contentos y cumpliendo con un mandato de poder asegurar las condiciones para poder asegurar cualquier situación de riesgo como las que vivimos con el COVID-19«; dijo la doctora Martha Reyes, ministra de salud en el acto inaugural.
«Tenemos el proceso de distribución a nivel nacional, nuestro Gobierno cumple con la prioridad de restituir el derecho a la salud, hoy damos el inicio de la planta que garantiza la salud y la vida»; agregó Reyes.
Alta tecnología para la salud en Nicaragua
La nueva planta de oxígeno medicinal es una de las pocas en la región a disposición del sistema estatal de salud. Tiene una inversión que ronda los 152 millones de córdobas y está instalada en 500 metros cuadrados.
Detalles técnicos de la planta: tiene cuatro contenedores y cuenta con el equipamiento de alta tecnología, compresores de baja presión que recepcionan el aire, luego va a purificación y enfriamiento. Pasan por el generador de oxígeno, finalmente van al depósito y luego a los cilindros a través de un compresor de baja presión.
“Se produce del mismo aire pero al ingresar a esta planta, se procesa, se purifica. Ya de esta planta, se separa el oxígeno del aire, de ahí inicia el proceso. En término de 5 horas, el oxígeno se va recargando en los cilindros y ahí está listo, para que lo utilicen. Al día aproximadamente un total de 120 cilindros cada 5 horas”, indicó Judith Alonso, coordinadora de la planta procesadora de oxígeno.
Desde el 2019 en Nicaragua vio la necesidad de cumplir con un reto grande, el de cubrir de oxígeno a los pacientes afectados por COVID-19, pero las unidades no solo atienden a personas con enfermedades respiratorias, sino también hay otras patologías que necesitan de este recurso.
