Esta mañana de martes, trabajadores del Ministerio de Salud, en conjunto con pobladores del barrio Hugo Chávez en el Distrito VI de Managua, realizaron una intensa jornada de abatización y fumigación casa a casa para eliminar criaderos de larvas y focos de contaminación.
Los pobladores, muy satisfechos con el trabajo de los brigadistas, abrieron las puertas de sus viviendas para hacer efectiva la jornada de fumigación.
La primera vivienda visitada fue la de Luz Amparo Urrutia Dávila, quien calificó estas jornadas como positivas.
«Ahorita se han registrado casos de personas afectadas, las lluvias han traído bastantes zancudos. Pero gracias al Gobierno, que está preocupado por la salud de nosotros, mandan a fumigar. El problema está en que no todas las personas abren sus puertas, y eso es un riesgo porque el zancudo queda escondido y posteriormente sale. Nosotros tuvimos un caso de dengue hace cuatro años; la niña, nieta mía, pasó 11 días en el hospital, y por eso nos preocupamos por no tener charcas, baldes con agua. Los objetos que no sirven los botamos, y estamos pendientes de lavar la pila y el barril donde almacenamos agua»; comentó.
Managua limpia y saludable
Un total de 2,347 viviendas fueron fumigadas y abatizadas en esta zona de Managua, según informó la doctora Cristian Contreras, directora del Centro de Salud Silvia Ferrufino.
«Realizamos visitas diarias a las familias, concientizándolas sobre la importancia de mantener limpios los patios de sus casas. Hay que lavar al menos tres veces a la semana las pilas y barriles porque es ahí donde eliminamos al zancudo en forma de larva y pupa, refiriéndonos al zancudo pequeño»; expresó la doctora.
También señaló que este mosquito se reproduce en agua limpia, por lo que es esencial reforzar las medidas de prevención en toda Managua. «Hacemos la aclaración de que la fumigación mata al zancudo adulto», afirmó.
Asimismo, hizo un llamado a la población para que permitan el ingreso de los trabajadores que realizan la fumigación y abatización; ya que el abate tiene una duración de dos meses, lo que garantiza la interrupción del ciclo del zancudo.