La Juventud Sandinista 19 de Julio realizó un homenaje al Héroe Nacional Rigoberto López Pérez, quien este 21 de septiembre cumple 65 años de su paso a la inmortalidad tras haber ajusticiado al primero de los Somoza.
«Lo mío no ha sido un sacrificio sino un deber que espero haber cumplido. Si usted toma las cosas como yo las deseo, le digo que me sentiré feliz, así que nada de tristeza, que el deber que se cumple con la Patria es la mayor satisfacción que debe llevarse un hombre de bien como yo, que he tratado de serlo»; leyó la joven Estebanita Gutiérrez.
Con la lectura de un fragmento de la carta que el joven leonés dejara a su madre, dio inicio el homenaje en el cual se desarrollaron presentaciones culturales de los jóvenes que honraban al poeta originario de León.
«A 65 años de esta gesta heroica de Rigoberto López Pérez, el poeta y guerrillero revolucionario; los jóvenes sandinistas rendimos homenaje comprometido con esta causa en estos nuevos tiempos de Revolución«, dijo el joven Edwing Madrigal.
Legado de Rigoberto López Pérez
Así mismo expresó que «le decimos al Comandante Daniel y a la Compañera Rosario que aquí están los jóvenes sandinistas, los jóvenes de Nicaragua, ante la imagen de Rigoberto López Pérez. Comprometidos, combativos y activos, movilizados por toda la Patria, por toda Nicaragua; defendiendo los triunfos del pueblo, defendiendo la Revolución».
Posteriormente uno a uno los asistentes depositaron una flor al pie de la imagen del Héroe Nacional que se ubica en la Rotonda que lleva su nombre, en Managua.
«Nosotros estamos comprometidos con la imagen de Rigoberto, con su sangre heroica, a seguir conquistando victorias, a que el pueblo de Nicaragua siga teniendo esperanza. El pueblo de Nicaragua es el pueblo heredero de Rigoberto López Pérez, que con su imagen, que con su sangre, que con su legado, sigue vivo y latente para conquistar estos triunfos de Revolución»; agregó Madrigal.
Fue un 21 de septiembre de 1956, que el poeta Rigoberto López Pérez, ajustició al Dictador Anastasio Somoza Garcia, en la casa del Obrero en León, logrando así el principio del fin de la Dictadura.
