El reconocido maestro de cantos líricos, Alberto San José, pasó a otro plano de vida este domingo 10 de diciembre; y en el Teatro Nacional Rubén Darío se realizó un homenaje de cuerpo presente para honrar y recordar su legado en la cultura nicaragüense.
«Lo recordaremos con su gran espíritu, su buen sentido del humor, su fe y, sobre todo, su devoción por la música. Para nuestro profe, Nicaragua se convirtió en su segundo hogar, donde muchos nicaragüenses tuvimos la dicha de conocerlo y compartir momentos mágicos»; destacó Karen Santamaría, coordinadora general de Fundación INCANTO.
- Te puede interesar: Inversiones extranjeras impulsan el turismo en Rivas, Nicaragua
El Maestro cubano nació en Camagüey y estudió canto en 1965 con la Maestra Mariana Gonich, gran estrella de la Ópera de Cuba. En 1970 se integró al Teatro Musical de La Habana, fundador del Grupo Lírico Jorge Anckerman. Se integró a la Ópera Nacional de Cuba, donde protagonizó en varias puestas en escena.
Se graduó como Licenciado en Canto en el Instituto Superior de la Universidad de La Habana.
Desde 1993 se trasladó a Nicaragua como Profesor del Conversatorio de la Iglesia Bautista. En 1998 funda el Grupo Lírico de Nicaragua que siembra la semilla para la capacitación y desarrollo de este arte en nuestro país.
Fue asesor del Instituto Nicaragüense de Cultura, de la Universidad Nacional Politécnica. Del Festival de la Canción Romántica “Rafael Gastón Pérez”; en el año 2008 recibió del Presidente-Comandante Daniel Ortega Saavedra la Orden de la Independencia Cultural Rubén Darío.
El Legado Musical de Alberto San José
«La cultura nicaragüense le rinde tributo al maestro Alberto San José por su entrega a nuestro pueblo, a nuestros artistas y a la juventud que; con sentimiento y sabiduría paternal y guiado por el arte lírico, poniendo en alto los dones sagrados que Dios deposita en nuestra juventud; transmitimos nuestro pesar y abrazos fuertes a su familia, a sus hermanas Alicia y Asteria San José Molina, hasta la Cuba Revolucionaria de Martí y Fidel; a su sobrina Rosario Rodríguez, a su familia de Fundación Incanto, Laureano, a Karen, a Elisa, Ramón; Nelson, José Luis Leytón y a su hijo espiritual Noel, que lo asistió hasta su último momento y a tantos alumnos, alumnas, músicos y amigos»; afirmó Luis Morales, Codirector del INC.
Alberto se presenta con las manos llenas ante el Creador con su amor a Cuba y a Nicaragua; con profundo amor y agradecimiento le despedimos a este padre, hermano, tesoro humano, mentor y maestro. «Amigo, estás en nuestros corazones», agregó Morales.
En Nicaragua, junto a personalidades de la Cultura, fundó en 2015 el Instituto Nicaragüense del Canto INCANTO, que ha presidido con éxito en estos 8 años.