Cuando un hijo es diagnosticado con una enfermedad grave, la situación se vuelve difícil para la familia. Pero en el caso de Doña Gloria Álvarez, tiene que sacar el doble de fuerzas, ya que además de ser viuda, sus dos hijos tienen diferentes padecimientos.
Milagro está aferrada a una silla de ruedas, con microcefalia, mientras Francisco presenta pérdida de su ojo derecho y deficiencia mental.
«Ante los ojos de Dios es pecado, pero hay momentos que yo he querido matarme con mis hijos, porque es triste ver que ellos no se pueden defender y no tener un pan en la mesa que dar«; manifestó.
La mujer de 64 años ha tenido que aplazar sus malestares y por ende exámenes, dado que prefiere garantizar el sustento de sus hijos, medicinas y techo que los cubra.
Piden ayuda para salir de la difícil situación
«En general les pido que cooperen con estos niños, no conmigo, porque hay momentos en los que nos ha tocado dormir a la calle. Incluso yo me vine solo con el pasaje de allá para acá»; dijo la desesperada señora, originaria de Granada.
El ímpetu de Gloria es indescriptible, mantiene el ferviente deseo de trabajar con un negocio, por lo que espera que la población le pueda ayudar.
«Sería una gran bendición tener mi trabajo propio, ayer yo salí a vender maní con mi hija, pude vender 100 pesos para que ellos pudieran cenar»; indicó.
Si este caso lo ha conmovido, llame al número 8190 4177. En este momento, están habitando en la comarca El Fortín del centro de salud, 1 cuadra al norte.
Además, la mujer presentó algunas constancias médicas y recetas que demuestran la situación que está viviendo.