“No estoy de acuerdo cómo alguien que ha ayudado a planear golpes de Estado, no aquí, ya sabes, en otros lugares, requiera de mucho trabajo”; dijo John Bolton, exasesor de seguridad nacional de Estados Unidos durante una entrevista.
Con esta confesión televisada, se reafirma cómo la violencia, las muertes, la destrucción y la inestabilidad de muchos países que terminan con gobiernos derrocados han tenido una matriz.
En el siglo XXI, muchos gobiernos han caído no porque sus pueblos lo quieran, si no, por una feroz cacería de varias potencias que buscan la asunción de gobernantes que sirvan a sus intereses.
“Lo primero es la propaganda, preparan el terreno con mentiras, con infamia. Sembrando miedo, sembrando desconfianza, destruyendo liderazgo, destruyendo valores culturales, ese es su trabajo inicial”; subraya William Grigsby, director de Radio La Primerísima.
Recursos y técnicas
“Los golpes de Estado en el siglo XXI, se han hecho modernos. Siempre han sido un recurso último que utilizaban cuando les parecía que el orden político que debe de estar estableciendo en países, para ellos fundamentales no era en la dirección que querían, lo que hacían es promover una revuelta de la élite militar y la élite política contra el rumbo que el país iba buscando”; analiza el periodista y escritor italiano, Fabrizio Casari.
Pero todas las acciones violentas, tienen varias fuentes y benefactores; que aportan millones en recursos económicos y técnicas desestabilizadoras.
“Los que realizan estos golpes, son los poderes fácticos, la gran empresa privada, la jerarquía de la iglesia católica y dueños de medios de comunicación”; refiere Gribsby.
¿Han cambiado la forma en ejecutar un Golpe de Estado?
“En particular por la tecnología. Hoy tenemos organizaciones golpistas, que usan las redes sociales para transmitir noticias falsas. También gobiernos usan herramientas económicas y política que no existían antes, para desestabilizar a países independientes«; comparte el periodista Benjamín Norton.
«Entonces hay similitudes entre los siglos XXI y el siglo XX, las organizaciones fachadas siempre juegan un papel importante”; agregó.
¿Cómo se destruye un Estado?
Inician con mentiras utilizando mecanismos como las redes sociales para dar máxima difusión a sus intenciones. En el caso de Nicaragua, muchos creyeron que el muerto en la UCA era verdad.
5 años después todavía sigue siendo una falacia, con la finalidad de generar inconformidad y cambios de patrones en el pensamiento de la sociedad.
Las potencias destinan recursos exorbitantes para oxigenar a las llamadas ONG, estos fondos provienen de organizaciones disfrazadas de apoyar a democracias como USAID, CUERPO DE PAZ, la NED y FREEDOM HOUSE.
Este es un antiguo mecanismo detectado que busca derrocar gobiernos legítimos que no se alinean a los intereses.
Un manual para derrocar gobierno
“Este manual lo siguen al pie de la letra, en muchos países, sobre todo en el centro de Europa y lo han práctica en África, es un manual hecho por Sharp”; puntualizó el director de radio La Primerísima.
“Hay elementos que no son parte de la estructura teórica histórica de los golpes de Estado, como la manipulación de la información, la formación y la utilización de las redes sociales en claves de apoyo y sobre todo la presentación del golpe como una operación de rescate democrático de un país oprimido cuando es exactamente lo contrario”; indicó Casari.
¿Por qué Nicaragua?
Surge la pregunta, ¿Qué tiene esta nación centroamericana para ser de interés por las potencias?
“Son recursos naturales, eso es todo. Ellos tienen una gran avaricia por los recursos naturales, la codicia, se creen que solo ellos tienen derecho a vivir bien y que los demás somos sus esclavos. Esa es una lógica, clasista y racista”; comparte Gribsby.
“A ellos les falta todo de lo que Latinoamérica está llena, recursos, identidad, desde el agua, petróleo, hidrocarburos, hasta productos alimentarios. América Latina representa el conducto a través del cual las potencias se vuelve a superpotencias”; dice Casari.
Punto estratégico
“Los puntos geoestratégicos, Nicaragua está ubicado en un punto geopolíticamente estratégico. Hemos visto por más de 100 años que han tratado de construir un canal interoceánico y prevenir su construcción hecho por países independientes»; señala Norton.
«Los colonialistas querían construir su canal, no quieren que exista competencia. Ellos hablan del mercado libre, pero básicamente controlan el canal de Panamá, fue una de las razones de la invasión a Panamá, no quieren que haya ejemplos buenos de gobiernos independientes”; comparte el periodista de origen estadounidense.
5 años después, el golpe de Estado no surtió efecto, el pueblo resistió y lo evitó, defendió sus conquistas, caminó con libertad.
Además, salió a votar para elegir a sus autoridades y volvió a despegar su economía; se diversificó la oferta e inició un nuevo quinquenio que vislumbra un porvenir próspero.