Con la réplica de las cotonas que utilizaron hace 43 años los jóvenes que fueron a la Gran Cruzada Nacional de Alfabetización, se celebró un festival en el colegio Josefa Toledo de Aguerri, en Managua, Distrito I de la capital.
Esto es con el fin de que se conozca el esfuerzo y dedicación de ese batallón de estudiantes que dejaron sus casas para ir a enseñar a leer y escribir.
«Nosotros aquí como escuela, estamos fomentando a los muchachos todo lo que es acerca de la Cruzada Nacional de Alfabetización»; explicó Edgar Zúñiga, subdirector del colegio Josefa Toledo de Aguerri.
«Estamos trabajando en una feria para que los estudiantes conozcan lo que fue esa gesta que realizaron nuestros compañeros. También estamos haciendo escritos para que los muchachos sepan realmente cómo fue ese entonces»; afirmó.
Recuerdo histórico de la Gran Cruzada Nacional de Alfabetización
La Cruzada Nacional de Alfabetización se desarrolló desde el 23 de marzo hasta el 23 de agosto de 1980, reduciendo el índice de analfabetismo del 50 por ciento al 12 por ciento.
«Celebramos el inicio de la Gran Cruzada Nacional de Alfabetización, donde partimos hacia la montaña 400 mil personas, entre ellos estudiantes, administrativos, maestros, estudiantes de secundaria. Fuimos enviados a muchos lugares recónditos de nuestro país, donde se compartió muchas experiencias con el campesino, y donde se logró bajar el índice de alfabetización»; dijo Yolanda Alemán, Bibliotecaria del Colegio Josefa Toledo de Aguerri.
Los niños y niñas del Colegio Josefa Toledo de Aguerri, disfrutaron de muchas actividades culturales. A todos se les enseñó la forma de enseñanza que impulsaron los jóvenes al momento de permanecer en las diversas comunidades; enseñando a leer y escribir.
Más de 60 mil jóvenes, maestros y colaboradores de la hermana República de Cuba; convirtieron la oscurana en claridad.
Historia de alfabetizadores
En los registros aún se encuentran folletos de lectura, manuales y textos que usaban los alfabetizadores. Estos también llevaron lámparas para alumbrar por las noches, y una maleta llena de sueños que por seis meses después se concretizó con los resultados positivos.
Esta epopeya de la Revolución, un año después obtuvo el reconocimiento internacional de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO); con el otorgamiento de la medalla Nadezhda Krúpskaya.