Los trabajos para que el colorido que imprimen las «vacas culonas», en la multitudinaria peregrinación de Sto. Domingo de Guzmán el primer día de agosto no falte; inician desde finales de mayo, cuando la familia Orozco del barrio San José Oriental, comienza la debida preparación, con la compra de tela y luego iniciar a darle forma a la estructura.
«En 1990 un grupo de ciudadanos de este barrio, nos dimos a la tarea, de rescatar la tradición de Santo Domingo, de las fiestas populares de Managua; comenzamos a trabajar con una vaca, pero después nos gustó e hicimos varias. Luego salimos con el apoyo de los colegios que tenemos a los alrededores, así nos prestaban los instrumentos»; sostiene Manuel Orozco, tradicionalista de las «vacas culonas».
Además, relata que este 2022, dicha tradición cumplirá 32 años y seguirá viva porque la están cultivando para las nuevas generaciones de la familia y del sector que pertenece al distrito 4 de la capital; con ello, el 31 de julio se organiza una gigantesca fiesta popular. Por la tarde se sueltan los toros y los jóvenes salen despavoridos, posterior, en la noche se realizan presentaciones culturales y artísticas.
«Ya para 1993, nos dimos a la tarea de hacer una vaca atractiva y Marvin Ondoy. Nos pasamos todo día ideando como hacer una vaca que llama la atención; entonces como a las 2 de la tarde, vino con una vaquilla, mi hermano la armó en grande la vaca»; explica Orozco.
Una pieza clave en las fiestas de Sto. Domingo
Recordó que esa vez utilizaron esponja y desde entonces, ese año, comenzó una pieza clave en la bajada y subida de Sto. Domingo.
«Agradecemos el apoyo brindado por las autoridades, pues de lo contrario no fuera posible todo el esfuerzo del comité de las vacas culonas del barrio San José Oriental; que hace por preservar las tradiciones, cultura y fe»; indicó Orozco.
Las «vacas culonas», bailan al son de filarmónicos, normalmente, las personas que las usan, pagan promesas por favores recibidos.
Al comité de este populoso barrio, se le ve encabezando esta caminata, aportando a la idiosincrasia de esta fiesta religiosa de Sto. Domingo.
El 31 de julio por la noche, se espera la vela del barco; las actividades en el barrio San Judas con la familia de Lisímaco Chávez. Y el Palo Lucio, en la rotonda Cristo Rey.