Adán Hernández, destacado exponente de la música campesina nicaragüense y compositor de «El Grito del Bolo», partió a otro plano de vida a las 3:30 de la mañana de este martes 7 de enero.
Don Adán nació en 1918 en Las Lajas, municipio de Achuapa, en el departamento de León. Dedicó más de nueve décadas a su gran pasión: el violín, instrumento que comenzó a tocar en la adolescencia y con el que conquistó los corazones de generaciones.
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Hernández es recordado como un creador prolífico de sones, polkas y zapateados, entre los que destacan composiciones icónicas como «La Rompe Caite» y «La Menesterosa»; piezas que se han convertido en parte del patrimonio cultural musical del país.
A lo largo de su vida, recibió múltiples reconocimientos por su invaluable contribución a la música campesina de Nicaragua.