En el Teatro Nacional Rubén Darío se llevó a cabo un concierto denominado “Hazme Instrumento de tu Paz”; en honor a San Francisco de Asís, con el fin de recordarlo en el día que los feligreses católicos celebran a este santo.
“Por primera vez en el Teatro Nacional Rubén Darío hacemos un concierto con cantos a San Francisco de Asís; un misionero que nació en riquezas por su padre que era un comerciante, pero que se entregó a los humildes, a los leprosos«; recalcó Ramón Rodríguez, director del Teatro Nacional Rubén Darío.
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«Cada 4 de octubre se celebra a este santo. Su ejemplo lo hacemos nosotros con los jóvenes, con las comisarías, con los que andan en los distritos, con el sistema de salud, la parte social. Eso también es ser un misionero, pues andamos ayudando a los más necesitados, a los más desprotegidos”; agregó Rodríguez.
Dijo también que siempre se le pide a este santo que nos haga siempre un instrumento de paz, amor, de felicidad; que nos dé salud y fuerza para que con su ejemplo podamos sacar de la pobreza a nuestro pueblo.
“Hazme Instrumento de tu Paz” es una de las frases más representativas de este santo; algo que no solo se debe quedar en el tiempo que se vivió sino traerlo a nuestra época.
“Este santo es famoso por la oración, principalmente por la paz. San Francisco de Asís desglosa este significado en cada aspecto de la vida. Todo eso fueron términos de los años mil doscientos; pero que debemos traerlo al presente, pues son vigentes, actuales y el que no lo reconoce o no los entiende es porque es ciego o no lo quiere ver”; dijo el sacerdote de la iglesia La Merced, Antonio Castro.
El padre agregó que este santo se identifica tanto con cristo que la iglesia lo declaró patrono de la creación, del medio ambiente, pues llama hermanos a la tierra, al sol, a la luna e incluso a la muerte.
Aspectos importantes de la vida de este santo es que nos enseña el valor del sacrificio, pues vivió su vida ofreciendo sacrificios a Dios. Enseña a vivir con sencillez y con mucho amor a Dios. Lo más relevante para él era estar cerca de Dios. Su vida de oración fue muy profunda y era lo primordial para su bienestar.
