Es normal que en los primeros meses de cada año, Nicaragua se vea envuelta en fuertes vientos que traen consigo una gran cantidad de polvo, situación que desencadena un sinnúmero de enfermedades que van más allá de las respiratorias.
“Algo a tener en cuenta son las dermatitis, que son afecciones o inflamaciones en la piel que sufren las personas que, por lo general, son alérgicas al polvo que acarrean estos vientos fuertes de la época. Este polvo viene acompañado de virus, bacterias, moho, hongos y ciertas sustancias que causan alergias»; enfatizó el doctor Jorge Manzanares, médico general.
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«Entonces, al respirar ese aire lleno de contaminantes, aumentan también las enfermedades respiratorias, como amigdalitis, faringitis, bronquitis, bronquiolitis y rinitis alérgica, entre otras”; aseguró.
Ante esto, la población nicaragüense se prepara con antelación como una medida de prevención, principalmente los sectores más vulnerables; como son los niños y los adultos mayores.

Ojo con los vientos en Nicaragua
“Limpiar la casa más de lo normal, evitar todo lo que recoja suciedad y, por supuesto, el uso de mascarilla para poder evitar cualquier infección en las calles”; dijo la señora Karla Valdelomar.
“Normalmente, uso gel antibacterial; deberíamos usar mascarilla, pero por lo general se nos olvida. En la casa, debemos ser más rigurosos para que no caigamos por estas infecciones”; comentó Damián Estrada.
En términos médicos, existen una serie de recomendaciones que ayudan a evitar riesgos que, en un futuro; puedan generar mayores consecuencias.

Para el doctor Manzanares, mantener un aseo correcto es más que recomendable. “Algo que debemos saber todos es el aseo de manos. A las personas que tienen padecimientos de la piel, es preferible que usen camisas de manga larga y de colores claros para evitar contraer algún tipo de alergias”; explicó.
Una simple infección o enfermedad respiratoria que no se evite o no sea tratada de manera correcta puede desencadenar una enfermedad crónica. Es por esta razón que se debe tener en cuenta cada medida de seguridad en cada familia y comunidad, siguiendo las recomendaciones de los médicos y del Ministerio de Salud. El trabajo es de todos; evitarlas es nuestro deber.