En esta época de verano, muchas familias nicaragüenses elaboran el rico almíbar, un postre que endulza el paladar, pero quienes preparan en la cocina este platillo, nos brindan los detalles de los ingredientes que se usan y que usted debe de tomar en cuenta.
«El verdadero almíbar también conocido como curbasá, lleva jocotes, papaya, mango, coco, marañón, grosellas en miel. Le pueden echar piña, tamarindo, y el dulce que es el complemento principal»; dijo María Carolina Palacios, quien elabora almíbar en el municipio Masatepe, departamento de Masaya.
Ella dijo que es una tradición de cada año elaborar estos dulces de verano. Este postre no solo queda en Nicaragua, también «vuela» hacia Estados Unidos y otros países y donde hay, seguro que un nica lo busca para endulzarse el paladar.
«Lo de nosotros es para comercio. Lo llevamos a diversos estados de Estados Unidos como California y lo compran los nicas, pero no nos dejan de visitar paisanos guatemaltecos, salvadores y hondureños. Pero el que más disfruta del almíbar es el nicaragüense y en Semana Santa es ley comerte un almíbar»; expresó Jorge Cuadra, quien se encarga de exportar el almíbar.
Delicioso almíbar para disfrutar
Confesó que en ese país se puede elaborar, pero nunca va a quedar igual al que se hace en Nicaragua. Y es por eso que los compatriotas que viven en el país del norte tienen la oportunidad de consumirlo.
«Hacer un almíbar en Estados Unidos es completamente difícil por las frutas, básicamente los ingredientes, y jamás te quedaría igual porque el producto nicaragüense es único y las frutas son frescas y allá todo es congelado y esto es algo divino»; destacó este nicaragüense.
En el mercado Carlos Roberto Huembes, hay muchos lugares donde se vende este dulce y otros postres que se chupan los dedos las personas al consumirlos. Uno de ellos es el puesto de La Granadina, que se esmera por elaborar a punto de fogón estos dulces.
Quienes se dedican a elaborar el almíbar dan a conocer que se le tiene que meter leña al fuego por lo menos unas tres horas y estar meneando el producto para que el dulce no se pegue en el caldero.
