Esta semana arrancó con las redes sociales de Nicaragua con burlas de mal gusto, por parte de usuarios que agarran placer en hacer sentir menos a personas por su físico. Diciéndolo directamente, gente idiota que se siente con derecho de hacer y deshacer detrás de un celular o una pantalla.
El primer caso que se dio a conocer fue el de una chica que disfrutó del concierto Bronco, que se realizó este domingo 22 de enero en Managua. Ahí, logró captar el lente de Jairo Cajina, popular fotógrafo nicaragüense. En la imagen, se observa cómo está posando junto con ropa apropiada para el evento; sombrero, botas y hasta con una guitarra.
Dicha fotografía, apareció en otros portales de Facebook con la única intención de hacer burla por el físico de la dama. Los comentarios ofensivos, vulgares y corrientes salieron a relucir; haciendo comparaciones ridículas y bromas de pésimo gusto.
Afortunadamente, hay muchas otras personas más sensatas en Nicaragua; que más bien criticaron esos comportamientos, y se dedicaron a dejar mensajes positivos en la publicación original.
Bullying con foto del regreso a clases en Nicaragua
El otro caso es todavía peor. Este lunes 23 de enero se marcó el regreso a clases en Nicaragua y el propio Cajina se dedicó a hacer varias fotografías en colegios.
En una de ellas, vemos a un niño que va rumbo a su aula, con una mirada seria y con convicción a empezar un nuevo ciclo escolar. Desgraciadamente, también esta foto cayó en manos de gente burlesca y despreciable; quienes lo criticaron por el físico que tiene.
Lo bueno en cualquier caso, y que estoy seguro de que también se podrán ver en los comentarios de esta publicación; es que hay gente que sale en defensa de estas personas. Por ahí me topé con uno muy interesante y que aquí te comparto:
«Todos los que critican son los que viven escondidos detrás de un perfil, que tienen bajo autoestima y creen que ofendiendo son grandes«.
Se debe seguir trabajando para erradicar el bullying de redes sociales y de la sociedad misma en Nicaragua. No caigamos en el juego de ofender sin antes vernos a nosotros mismos.
