El Centro de Desarrollo Tecnológico Campos Azules del INTA, ubicado en el municipio Masatepe, es el centro de referencia nacional que cuenta con bancos de germoplasmas para la producción de viveros frutales.
Acá los técnicos trabajan con alrededor de 6 mil plantas injertadas de buena calidad como el aguacate, los cítricos, pitaya, níspero y zapote.
Para este 2022 la proyección de producción es de más de 70 mil plantas.
“Este tipo de plantas están disponibles para productores de la zona y a nivel nacional. Se han entregado plantas a productores innovadores de bancos de semilla, productores de finca, de innovación tecnológica y también al público en general que desean adquirir una. Acá se les venden”; indicó Olvin Martínez, investigador agrícola.
Una vez adquirida la planta de cualquier especie, el INTA brinda acompañamiento técnico para ayudar al productor a que siembre el más adecuado para su zona o localidad.
Acompañamiento técnico del INTA
«En este sentido, el que hacer institucional nos mandata a producir materiales genéticos de excelente calidad para estar entregando a los productores innovadores de todo el país, con el objetivo de que mejoren sus condiciones de vida. Además, que diversifiquen sus fincas”; manifestó Wilber Baltodano, Coordinador de investigación INTA/Cuarta Región.
Desde estas instalaciones trabajan arduamente en una granja de mejoramiento genético de cerdos.
En la extracción de semen para inseminar a las cerdas reproducen tres razas; el Pietrain, Topigs y la línea materna. Estas producen más carne y ganan en menor tiempo, más peso.
Producir un pie de cría de mejor calidad genética
Así mismo, a nivel nacional se han integrado 13 granjas en las que trabajan con hembras reproductoras con las razas Topigs Norsvin TN40 y Topigs Norsvin TN70. Esta producción sirve para dotar de buenos lechones a las familias productoras.
“Una de las cosas importantes es que con estos cerdos, la raza que estamos promoviendo, se ha aumentado la cantidad de lechones por parto. Antes teníamos en cerdas criollas una cantidad muy baja y ahora logramos aumentar hasta 12, 14 y a veces hasta 15 cerdos. Hay productores que han tenido hasta 16 cerdos”; señaló Camilo Gutiérrez.
Comercializar el producto trasformado
A través del laboratorio de agroalimentos, los técnicos trabajan con los productores en diferentes procesos de transformación con rubros que ellos mismos producen, como frutales, cítricos y hortalizas, a través de la agregación de valor y de esta manera seguir dinamizando la economía familiar y por ende la del país.
Acá son capacitados 10 protagonistas por cada encuentro que vienen desde el centro tecnológico Hugo Chávez, Centro de Posoltega, CNIA de Managua, Nueva Guinea y El Rama.
“A los productores se les da a conocer los diferentes procesamientos que se deben de realizar para llegar a un producto final. Aquí debemos de tomar en cuenta algo básico que es la temperatura, los tiempos de cocción. Y algo fundamental que deben de tomar en cuenta es el empacado; eliminar ese aire para determinar la durabilidad del producto final”; explicó Endiana Olivas, investigadora en agroalimentos.
Con todo este proceso, los productores pueden sacar variedad de mermeladas hasta néctares frutales.