En todo el mundo, se observa un incremento de los casos de dengue, con consecuencias sanitarias, sociales y económicas negativas. El aumento de la temperatura ambiental debido al cambio climático y los periodos lluviosos en algunos países son factores que favorecen la proliferación del mosquito transmisor, Aedes aegypti.
La primera medida que debe tomarse es seguir las indicaciones de la autoridad sanitaria de Nicaragua, que en nuestro caso es el MINSA. Esta institución maneja las estadísticas de los casos a nivel nacional (persistencia, incidencia y prevalencia) y conoce las áreas críticas (estratificación) donde actúa el vector.
El MINSA es el único responsable de la vigilancia entomológica del Aedes y de los casos de enfermos (vigilancia epidemiológica); y por tanto, de diseñar las estrategias nacionales de combate a la enfermedad.
Si una persona sospecha que tiene dengue, debe asistir a los centros de salud del MINSA en su área o a un médico. Algunos de los síntomas que pueden presentarse entre los 2 y 7 días después de haber sido picado por un mosquito infectado son: fiebre alta, dolor de cabeza o detrás de los ojos, dolores articulares o musculares, náuseas o vómitos, erupción en la piel y, a veces, sangrado de encías o nariz.
Detalles sobre el dengue
Solo un médico puede determinar si padece esta enfermedad y sus variantes. Recuerde que una forma de esta enfermedad, llamada dengue hemorrágico (alrededor del 5% de los casos), puede ser grave e incluso mortal.
Por tanto, es importante no tomar medicamentos por su cuenta ni aquellos recomendados por amigos o vecinos. Siga siempre las recomendaciones de su médico. Las personas que sospechan tener la enfermedad deben mantenerse hidratadas.
Tips para reducir el riesgo
– Seguir las recomendaciones del Ministerio de Salud.
– Permitir la entrada de las brigadas anti-dengue para fumigar o colocar sustancias contra las larvas de los mosquitos en los depósitos de agua. Estas pueden ser Abate (Temephos) o BTI, un agente biológico.
– Abrir puertas y ventanas cuando pasen las máquinas fumigadoras en la calle.
– Destruir todos los potenciales criaderos de mosquitos. Eliminar o tapar el agua de depósitos, pilas, recipientes de uso diverso, llantas y cualquier objeto que pueda almacenar agua.
– Mantener la limpieza en la casa, el patio y alrededores. Eliminar o tapar bien los depósitos de basura.
– Usar repelente contra mosquitos, vestir camisas de manga larga y pantalones largos.
– Proteger las puertas y ventanas de la casa o habitaciones con cedazo, usar mosquiteros y, si es posible, abanicos o aire acondicionado en el dormitorio.
– Recordar que el Aedes puede picar a cualquier hora, pero prefiere las primeras horas de la mañana o el final de la tarde.
Escrito de: Jorge Jenkins Molieri
El autor ha sido asesor en salud y ambiente de la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS) durante 25 años.