En conmemoración del 90 aniversario del paso a la inmortalidad del General Augusto C. Sandino, el Instituto Nacional Tecnológico (INATEC) ha lanzado un programa pionero dentro del sistema penitenciario.
Se trata del primer curso técnico de confección de bolsos y carteras. Esta iniciativa no solo honra la memoria del líder revolucionario nicaragüense, sino que también marca un hito importante en la rehabilitación de los presos y su preparación para una vida digna tras su liberación.
El curso, que se lleva a cabo en colaboración con las autoridades penitenciarias, tiene como objetivo brindar a los internos una oportunidad tangible de adquirir habilidades prácticas y generar ingresos legítimos una vez que recuperen su libertad. Durante tres meses, los participantes recibirán formación especializada en técnicas de costura, diseño de productos y gestión empresarial; preparándolos para integrarse exitosamente en la industria de la confección.
«En conmemoración de ese 90 aniversario del paso a la inmortalidad del General de hombres y mujeres libres, Augusto C Sandino, estamos aperturando el curso de elaboración y decoración de bolsos y carteras con una matrícula de 25 reos que van aprender un oficio, el cual les va a servir a ellos para llevar una iniciativa de ingresos a sus hogares cuando salgan de acá»; expresó Ronald José Moya, Subdirector del Centro Penitenciario de Tipitapa.
Educación digna en honor a Sandino
Asimismo, recalcó que la elección de ofrecer este curso en honor a Augusto C. Sandino no es casualidad, ya que Sandino fue un defensor de la justicia social y la igualdad; y creía en el potencial transformador del trabajo digno y la educación para todos los nicaragüenses.
En este sentido, el programa del INATEC refleja los ideales de Sandino al proporcionar a los presos una vía para la reinserción social a través del aprendizaje y el trabajo productivo.
Además de brindar una oportunidad de capacitación laboral, este curso también tiene un impacto positivo en la autoestima y la confianza de los participantes. Muchos de los presos han expresado su gratitud por la oportunidad de aprender un oficio que les permitirá contribuir positivamente a la sociedad; y construir un futuro mejor para ellos y sus familias.
«Primeramente agradezco a Dios, a nuestro buen gobierno y a las instituciones penitenciarias que nos están permitiendo el poder aprender»; manifestó Yuvank Norori, recluso del Sistema Penitenciario.
La iniciativa del INATEC no solo beneficia a los internos, sino que también tiene un impacto positivo en la comunidad en general.