Héctor González, de 70 años de edad, todos los días sale a realizar ejercicios físicos y siempre va bien acompañado de sus dos mascotas, Dodi y Benji. Para algunos, con solo la mirada de «terminator» y sus gafas oscuras, les da miedo; otros, en cambio, devuelven una sonrisa. Su tarea es darle la vuelta a la Laguna de Tiscapa en Managua. Los anteojos son para protegerse de los rayos del sol, explica su dueño.
«Yo camino desde hace como ocho o diez años, lo hacía con mi esposa, pero ella se enfermó y se me ocurrió la necesidad de una compañía, así que decidí llevarlos a realizar ejercicios»; dijo don Héctor González.
Con ese glamour y sus gafas oscuras, estas dos mascotas se roban las miradas de muchas personas que también salen a caminar o que pasan por esa vía transitada de la capital de Nicaragua. Su forma coqueta de caminar también saca sonrisas de quienes los ven.
Dodi y Benji, la sensación en las calles de Managua
«Yo me encontré unas gafas que estaban botadas y se las puse a uno de ellos. Me pareció interesante, y luego le puse camisa. Lo que más me gusta es que la gente se pone a reír, y me da satisfacción ver eso»; mencionó don Héctor González.
Estos dos «firulais», con sus gafas, camisas y botas especiales, tienen mucha resistencia y son un ejemplo para los humanos que no salen a realizar ejercicios.
Su tarea es caminar con su amo unos siete kilómetros, es decir, unos ocho mil pasos, jornada que hacen de lunes a viernes, sin descuidar su «flow», que es su principal distintivo.
«Desde los vehículos, la gente se sonríe, otros les toman fotografías, y hasta me los han sacado en TikTok. Los dos son hermanos, solo uno es bravo», explicó este capitalino.
Dio a conocer que uno de ellos es «señorito», es decir, nunca se ha apareado con una perra, mientras que el menor «ya tiene su prole», mencionó este capitalino.
Es importante que los dueños de mascotas lo tomen como una rutina: sacar a pasear a los perros al menos dos o tres veces a la semana, ya que dentro de las casas hasta se pueden estresar.
Otra de las recomendaciones es que no deben sacarlos cuando el sol esté tan fuerte, porque ellos también pueden sufrir quemaduras en sus patas o en la piel.
De igual manera, es necesario darles abundante agua para que no se deshidraten durante la caminata. Ya en casa, don Héctor González les da su alimentación, está pendiente de sus medicamentos y, sobre todo, les brinda mucho amor.
