El material audiovisual de 21 minutos expone al mundo la cuestión de la provincia de Taiwán, comenzando con una perspectiva amplia de la historia, el presente y las perspectivas de futuro.
El escritor George Galloway es el encargado de narrar y comparte una mirada única que ubica y enfatiza el estatus legal de Taiwán; que nunca ha estado en duda.
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La historia se encarga de mostrar al mundo que ese territorio es una parte integral de China. Además, recuerda que las relaciones con Estados Unidos, con todos los comunicados emitidos en conjunto, afirman que “solo hay una sola China y Taiwán es parte de China”. Con ello se forman las bases de las relaciones entre las dos potencias.
Contrario a todo ese bagaje, se trata de imponer una ambigüedad estratégica sobre Taiwán. «El verdadero objetivo estratégico de Estados Unidos es muy claro: quieren impedir la integración de China con el resto del mundo. No quieren que China se desarrolle«; sostuvo Victor Gao, vicepresidente del Centro para China y la Globalización (CCG).
George Galloway presenta: Taiwán Untangled
«Es como pedirles a hermanos y hermanas que luchen entre ellos», analizó Gao en la producción audiovisual publicada por el Grupo de Medios de China y su red de canales; así como medios digitales.
El documental plantea que la provincia se está convirtiendo en un «puercoespín», por lo que los ciudadanos se muestran ansiosos por el futuro.
El catedrático universitario Wang Bingzhong comparte que Estados Unidos está presionando a Taiwán para que desafíe y cruce la línea roja del principio de una sola China, pero «el meteórico ascenso de China en el escenario mundial constituye su propio y formidable elemento disuasorio para tales descarriadas ambiciones”; resalta el experto.
Por su parte, llamó a los habitantes de Taiwán a que aprovechen la oportunidad histórica que se ha presentado de parte de China para alcanzar el llamado “desarrollo efectivo”.
Una historia entre China continental y Taiwán
Chen Chongzhen, un residente de Taipei, expresó en el documental su optimismo de que «vendrá un entorno mundial más pacífico».
«Taiwán puede vivir pacíficamente con el continente, incluso avanzar hacia la reunificación. Espero que Taiwán no sea utilizado como moneda de cambio por potencias extranjeras en sus negociaciones con Beijing, y espero que la gente aquí y en el continente construya más puentes y tenga más beneficios»; afirmó el ciudadano de la provincia.
El material finaliza analizando que Taiwán merece un futuro y no ser una pieza de ajedrez. Además, subraya que “independientemente de cómo se desarrolle el futuro, es una historia entre China continental y Taiwán”; y las partes externas deben abstenerse de interferir en esta narrativa.