Jóvenes, niños y niñas bailarinas brillan en el Anfiteatro Comandante Tomás Borges en celebración al Día Internacional de la Danza.
El Instituto de Cultura de los Pueblos y Juventudes ha conmemorado el Día Internacional de la Danza con un evento vibrante y lleno de energía en el emblemático Anfiteatro Comandante Tomás Borges. Más de 200 jóvenes talentosos se unieron para celebrar esta forma de expresión artística que trasciende fronteras y culturas.
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“Nosotros, como perfil de la danza, celebramos este gran día para recordar la importancia de la enseñanza artística de la danza en todos sus géneros. Hoy estamos acá llenos de alegría y de colores para presentar esta gala artística que con mucho cariño, responsabilidad y compromiso los maestros de nuestra escuela hemos preparado para esta celebración”; indicó Mercedes Matamoros, Directora de la Escuela Nacional de Danza Adán Castillo.
Por su parte, la profesora Ana Castillo, de la Escuela Nacional de Danza Adán Castillo, comentó que para los artistas es de mucha alegría e importancia celebrar este día, ya que todos los docentes ponen su empeño y conocimientos en cada coreografía.
El Instituto de Cultura de los Pueblos y Juventudes se enorgullece de haber celebrado el Día Internacional de la Danza en el Anfiteatro Comandante Tomás Borges. pic.twitter.com/yLmBF4ThNY
— TN8 Nicaragua (@canaltn8) April 28, 2024
Jóvenes y niños talentosos se unieron para celebrar el Día Internacional de la Danza
La celebración no solo fue un homenaje a la danza como arte, sino también una oportunidad para promover la inclusión y la diversidad cultural. Los participantes provenían de diferentes comunidades y transmitieron la belleza de sus tradiciones a través de sus movimientos, música y vestimenta característica.
“Llevo practicando el folklore desde los 5 años y para mí es importante mantener vivo lo que hicieron nuestros antepasados y qué mejor manera que realizarlo a través de la danza, ya que nos ayuda a conservar nuestra cultura y tradiciones”; expresó Nathalia Oconor del departamento de Masaya.
La audiencia se sumergió en un viaje emocional a través de las distintas interpretaciones, experimentando una gama de emociones que van desde la alegría hasta la contemplación profunda. Este evento no solo honró la herencia cultural de cada participante, sino que también; inspiró a nuevas generaciones a seguir explorando y compartiendo su pasión por la danza.
