A las 5 de la mañana, el pueblo de Bluefields en la Costa Caribe Sur de Nicaragua, inicia su jornada laboral.
Luego de vivir las novenas elecciones regionales 2024 en un proceso democrático en completa paz y tranquilidad, el pueblo sale al mercado central. Aquí, la venta de mariscos se instala desde las 4:30 am; sobre las avenidas se ofrecen productos del mar, cien por ciento frescos a precios populares. Entre las 5 y las 6 am, los vendedores de abarrotes y frutas inician a instalar su «Changarro». Entre el bullicio del transporte público y el murmullo de la gente, se escucha decir: «Los costeños tenemos autonomía».
Así también lo cuenta don John Deliovans, poblador miskito de Bluefields: «Desde 1990 fue la primera elección regional en la costa caribe y definitivamente esta fiesta cívica fue totalmente diferente. Las comunidades ya estaban cansadas de tantas mentiras. El pueblo se levantó y se decidió por un futuro mejor de los territorios, de las comunidades y de los municipios. Esa voluntad del pueblo hay que respetarla; el que no quiere respetarla, lo siento mucho».
«Esperamos no escuchar mañana decir, se robaron las elecciones en Nicaragua en la costa caribe, ¡es mentira! La gente salió a votar porque quiere un futuro mejor, quiere el desarrollo de sus territorios, de su comunidad y de sus pueblos, y hay que respetar», agregó Deliovans.
Transformación del pueblo caribeño
Conversábamos con los blufileños y nos contaron que en otros tiempos, el ambiente social que se vivía durante los procesos electorales era conflictivo, pesado y con zozobra, pero eso es ahora… una historia de ayer.
John continuó detallando que el pueblo de Bluefields le gusta el progreso. «Todos los caines se fueron de la costa caribe, los que les gustaba pelear y amenazaban de matar, secuestrar, todos ellos se fueron. Por lo tanto, los que estamos en la costa somos la gente que queremos trabajar y queremos paz, vivir tranquilo y el desarrollo de nuestros pueblos (…) la elección ya pasó, ahora hay que trabajar para sacar a nuestro pueblo«.
Doña Sara Robleto es vendedora de frutas en el mercadito de Bluefields y nos contaba lo feliz que se sentía de haber participado en unas elecciones tranquilas. «Ah sí, es bonito votar así, en tranquilidad y paz. Nosotros votamos porque queremos seguir viendo el progreso en nuestro pueblo».
No cabe duda de que con este pueblo multicultural y trabajador… la disciplina puede más que la inteligencia, y que el progreso está llegando a cada rincón de nuestro país a través de la garantización de la autonomía de los pueblos.