El informe del Banco Central de Nicaragua sobre sistemas y servicios de pagos del tercer trimestre de 2024 revela un avance significativo en la digitalización de las transacciones financieras en el país.
Los datos muestran un crecimiento sostenido en el uso de medios de pago electrónicos, como transferencias, tarjetas y billeteras digitales, desplazando gradualmente al efectivo. Este cambio se atribuye a la mayor comodidad, rapidez y seguridad que ofrecen los pagos digitales, así como a la expansión de la infraestructura de pagos y la creciente confianza de los consumidores.
El sistema SINPE continúa siendo el motor de los pagos electrónicos en Nicaragua, facilitando millones de transacciones al mes. Por su parte, el sistema UNIRED ha experimentado un crecimiento notable en las transferencias interbancarias. Las tarjetas de débito y crédito también han ganado popularidad, impulsadas por promociones y programas de lealtad.
Aunque el efectivo sigue siendo relevante, especialmente en áreas rurales, la tendencia es clara: los pagos digitales están transformando la forma en que los nicaragüenses realizan sus transacciones.
La expansión de la infraestructura de pagos, con la instalación de nuevos cajeros automáticos, puntos de venta y corresponsales bancarios, ha contribuido a ampliar el acceso a los servicios financieros.
Asimismo, el crecimiento de las transacciones a través del SIPA refleja una mayor integración económica con los países de Centroamérica y República Dominicana.
Este proceso de digitalización plantea desafíos como la seguridad cibernética, la protección de datos personales y la necesidad de promover la educación financiera. Para aprovechar al máximo las oportunidades y mitigar los riesgos, es fundamental fortalecer la infraestructura tecnológica, invertir en educación financiera y establecer un marco regulatorio sólido.
En resumen, el informe del BCN muestra un panorama alentador para el sistema de pagos en Nicaragua. El crecimiento sostenido de los pagos digitales refleja una transformación positiva en la forma en que los nicaragüenses realizan sus transacciones.
Es necesario continuar trabajando para garantizar un sistema de pagos seguro, eficiente e inclusivo.