—En las últimas tres semanas Nicaragua ha sido noticia por las detenciones de varios opositores; entre ellos cinco personas que dicen que tenían aspiraciones presidenciales. ¿Por qué se detuvo a estas personas a cinco meses de las elecciones?
— Hay que esclarecer bien la situación. En primer lugar, la actividad de estos señores no es de opositores; sino de directivos de organismos no gubernamentales que tienen financiamiento de países extranjeros, principalmente de Estados Unidos; de la Unión Europea y de otros países. Ese financiamiento está encaminado a desestabilizar Nicaragua y a continuar con el intento de golpe de Estado que iniciaron en 2018 para derrocar por la vía de hecho al Gobierno constitucional; al Gobierno electo democráticamente del presidente Daniel Ortega y de la vicepresidenta Rosario Murillo. Entonces, no hay vinculación más que la de la propaganda dirigida desde los Estados Unidos y otros países interesados en desestabilizar el país y para el que utilizan los grandes medios de comunicación internacionales de Occidente y de Estados Unidos para mentir; claramente mentir, y distorsionar la realidad de Nicaragua.
—Pero ¿por qué estas detenciones ocurren a cinco meses de las elecciones presidenciales?
—Recordemos una cosa. Nicaragua es un Estado libre, soberano, independiente y con autodeterminación. Su proceso electoral lo viene desarrollando conforme a lo que manda la Constitución política de Nicaragua; la ley electoral de este país y los mandatos y disposiciones del Consejo Supremo Electoral.
Se ha acordado con los partidos políticos que tienen personalidad jurídica en Nicaragua un calendario electoral y en ese calendario electoral se establece que desde finales de julio hasta mediados de agosto se van a inscribir los candidatos electorales. Es decir; en este momento no se puede decir directamente que hay candidatos presidenciales o precandidatos, menos cuando esas personas están siendo procesadas por indicios fuertes de cometer delitos de lavado de dinero; delitos vinculados precisamente para atentar contra la sociedad nicaragüense; contra los derechos del pueblo nicaragüense y otra serie de actos que menoscaban la independencia, la soberanía y autodeterminación de nuestro país.
Esas personas, además, incitan a la injerencia extranjera en los asuntos internos e; incluso han llegado a pedir intervenciones militares y se organizan con financiamiento de potencias extranjeras para desestabilizar al país y continuar con su intento de golpe de Estado. Esa es la situación.
—Sin embargo, la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, asegura que las detenciones se produjeron «bajo conceptos penales ambiguos y sin suficiente evidencia probatoria» y pidió al Gobierno «liberar a todas las personas detenidas». ¿Qué responde usted?
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— El mismo secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo hace unos días que todas las medidas unilaterales que están tomando contra Nicaragua, que ellos llaman sanciones, y que de paso son violatorias del Derecho Internacional y a la Carta de las Naciones Unidas y del principio de no injerencia en los asuntos internos de los Estados; iban a tomarlas coordinadas con Canadá; la Unión Europea y con otros países y organismos de derechos humanos.
Estamos ante la sincronización y la coordinación del imperialismo estadounidense en sintonía con sus aliados, que son los países súbditos de ellos junto a organismos internacionales que tienen que ver con derechos humanos, para politizar, desgraciadamente; el tema de derechos humanos. Así vemos que la alta comisionada de Derechos Humanos siempre está informando de una forma tergiversada; sin objetividad, y aunque nosotros le hemos mandado informes constantemente, ella hace caso omiso a lo que Nicaragua le informa y se queda con lo que dice Estados Unidos que; para acusar a Nicaragua, utiliza mentiras y falsedades.
—A su vez; la OEA aprobó esta semana una resolución en la que expresa su alarma por lo que ellos califican como «un deterioro político» en el país y exigen «reformas electorales» que garanticen que las elecciones presidenciales de noviembre «se desarrollen de forma libre y transparente». ¿Cómo valoran ustedes esta resolución?
— El representante nuestro en la OEA ha sido insistente desde hace varios años diciéndoles: señores de la OEA; no violen su propia carta que dice que no tienen derecho a intervenir en los asuntos internos de otros Estados. También le hemos dicho que Nicaragua no ha pedido ayuda ni apoyo ni injerencia a la OEA en los asuntos internos de nuestro país, mucho menos en políticas internas como lo es el proceso electoral; que es una actividad exclusiva de los nicaragüenses; de los partidos políticos que participan y que están legalmente constituidos. La OEA es el instrumento creado desde hace muchas décadas por los Estados Unidos para hacer realidad su política de la Doctrina Monroe, es decir, América para los gringos, para los yankees. Es una estrategia de dominio de las élites de Estados Unidos para controlar; dominar y apoderarse de los recursos naturales y energéticos de América Latina y el Caribe. Ese es el objetivo, y de paso obstruir las buenas relaciones que proyectan países como Rusia o China; que son relaciones de cooperación y solidaridad con América Latina y el Caribe.
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