Las noticias en Nicaragua se han disparado en los últimos días por la presencia del caracol gigante africano, un peligroso molusco que puede ocasionar diversas enfermedades. A pesar de que el IPSA aseguró que la situación está controlada, hay curiosidades de este animalito que siguen llamando la atención.
Aparentemente, si logra cocinarse de una forma adecuada, puede ser comestible; aunque esto no termina de convencer a propios ni extraños.
De hecho, fue un artículo que se lanzó en 2019 por parte de medios cubanos, donde se afirmó que el Dr. Antonio Vázquez, especialista del laboratorio de Malacología del Instituto de Medicina Tropical “Pedro Kourí” (IPK); indicaba que puede comerse este caracol «si se cocina bien».
“De hecho, constituye un plato degustado en Europa y América del Sur, pero en nuestro pueblo no hay una cultura arraigada en el consumo de caracoles”; relató en su momento.
Caracol gigante africano, ¿platillo exótico o un peligro?
Nicaragua tampoco tiene costumbre de consumir caracoles, además que la preparación de los mismos no deja de ser un riesgo. En zonas de África, primero son blanqueados y extraídos de sus caparazones con una vara o un martillo.
Luego son lavados en alumbre o jugo de lima para remover la mucosa y añadirles un poco de sabor. Posteriormente los cortan, fríen hasta estar crujientes y se sirven como snack en palillos, u horneados con pimienta y servidos con arroz.
Ojo, que “comerlo crudo, en cebiche, sí ocasionaría un problema” puesto que el animal es transmisor del nemátodo, gusano responsable de ocasionar la meningoencefalitis eosinofílica en humanos.
Además, se le llama caracol gigante porque su concha puede medir desde 12 centímetros y aunque es conocida por ser un animal herbívoro, es capaz de alimentarse prácticamente de todo, incluido excrementos.
De una manera u otra, instamos a que si mira a este animal en alguna zona de Nicaragua, por ninguna razón trate de comerlo. Es un molusco muy peligroso y lo mejor es llamar a las autoridades.