Así celebran a la «Guadalupana» los fieles devotos católicos de Managua

Foto: Celebración de La Guadalupana / TN8
Foto: Celebración de La Guadalupana / TN8

Poco a poco se está arraigando la celebración de la «Guadalupana» en Nicaragua. Los fieles devotos católicos siguen los pasos de los mexicanos; que por años celebran a la Madre de Dios.

En el barrio San Sebastián de Managua, doña Rosa Esther Acevedo Zavala lleva 13 años celebrando a la «Guadalupana» y lo hace repartiendo alimentos a las personas que la visitan; reventando mucha pólvora para alegrar la fiesta y, principalmente, levantando un altar donde está posando la Madre de Dios.

«Todos los años celebramos a la Virgen de Guadalupe, es una tradición y hemos recibido muchos favores de la Virgen«; dijo doña Rosa Acevedo.

Esta devota agradeció a la Virgen de Guadalupe por los diversos favores que le ha concedido a su familia.

Foto: Celebración de La Guadalupana / TN8
Foto: Celebración de La Guadalupana / TN8

Amor y fervor por La Guadalupana

Otra de las familias que celebra a la Guadalupana es la de doña Luisa María Fuentes Flores; quien lleva unos dos años celebrando, gracias a los favores recibidos.

«Nosotros regalamos comidas, le cantamos a la Virgen y es una tradición por muchos favores recibidos»; dijo doña Luisa Fuentes.

A media cuadra de donde doña Luisa, en el barrio San Sebastián; está doña María Caballero, quien también celebra a la Virgen Morena.

«Siempre adornamos a la Virgen con flores, regalamos comidas y gracias a la Virgencita por todos los favores recibidos»; dijo doña María Caballero.

Foto: Celebración de La Guadalupana / TN8
Foto: Celebración de La Guadalupana / TN8

En la madrugada de este 12 de diciembre, los devotos del barrio Monseñor Lezcano se congregaron en la iglesia católica para celebrar con una serenata a la «Patrona de América». Fue notorio el grupo de mariachis entonando cantos a la Virgen de Guadalupe y muchas personas portando las figuras de la Madre de Dios.

De esta manera, se demuestra el amor entre las familias; además de ser un símbolo de paz y armonía entre los nicaragüenses.

La tradición inició cuando la Virgen de Guadalupe «se le apareció» a Juan Diego Cuauhtlatoatzin, en el cerro Tepeyac, en la ciudad de México, el 9 de diciembre de 1531. Según las creencias, la Virgen «habló» y le dijo que era siempre la Virgen María, Madre del verdadero Dios, y que le construyera un templo en ese lugar.