La Asamblea Nacional aprobó la creación de tres universidades estatales que serán regidas por el CNU para garantizar la continuidad educativa de estudiantes de asociaciones universitarias con personalidades jurídicas canceladas.
Con 90 votos a favor, es decir por unanimidad, los diputados aprobaron la Ley Creadora de la Universidad Nacional Francisco Luis Espinoza Pineda; la cual tiene por objeto creación de casas de educación superior estatal. Estas garantizarán la continuidad de la formación académica de los estudiantes de la extinta UCATSE.
También los parlamentarios aprobaron la creación de la Universidad Nacional Politécnica (UNP), que sustituirá a la UPOLI y la Universidad Nacional Multidisciplinaria Ricardo Morales Avilés; que asumirá la formación de los estudiantes de las extintas UHISPAM, UPONIC, UNEH y la Universidad Paulo Freire.
Todas esta iniciativas buscan garantizar la continuidad de los programas académicos que eran ofrecidos por las extintas asociaciones universitarias, procurando igual o superior calidad académica y para la seguridad de las y los estudiantes nicaragüenses.
Educación garantizada para universitarios en Nicaragua
El diputado de Nicaragua Moisés Absalón Pastora, argumentó ante plenario que estas leyes surgen de la preocupación legítima de los últimos días en la comunidad universitaria y padres de familia de las asociaciones a quienes se les canceló la personalidad jurídica; por incumplir diversos requisitos de Ley.
El legislador negó que se estén cerrando universidades, sino que «se han quitado personalidades jurídicas que es muy diferente». Además explicó que esas casas de estudios superiores se absorberán por el Consejo Nacional de Universidades.
Así mismo el legislador lamentó que las universidades que se les quitó sus personerías jurídicas estaban comercializando la educación y sólo para dar un ejemplo, en el contexto de la pandemia por el COVID-19; habían pasado a la modalidad virtual sin hacer ninguna modificación a los aranceles.
«Se dieron a la tarea de minimizar totalmente a los catedráticos, a desaparecerlos. Sin embargo seguían cobrando a los estudiantes como si las modalidades se mantuvieran en el concepto presencial»; destacó el parlamentario de Nicaragua.
