Su carisma, voz, amor a su patria, a la revolución y su trayectoria son parte del legado que nos hereda Pedro Pablo Martínez, conocido artísticamente como El Guadalupano; quien a sus 78 años de edad pasó a otro plano de vida.
Martínez, compositor de temas musicales como «El Tacayán», «El Niquinohomeño» y «Solo el Sandinismo No Más», escribió 1,100 canciones con contenido social y es recordado por su amor y entrega a la patria y a la Revolución Sandinista.
Laureano Ortega Murillo, director de INCANTO; destacó que este gran artista, muy querido por los nicaragüenses, llevó alegría a su pueblo y representó con orgullo a su país.
«Lo recordamos como el gran artista y ser humano que era; su legado está vivo en cada letra musical. Lo mantendremos presente interpretando sus canciones, temas que son para la eternidad, llevando siempre ese mensaje de bienestar para las familias nicaragüenses, de firme revolución y de continuar avanzando en la senda de victorias de la cual fue una pieza fundamental», añadió.
El Guadalupano, un artista ejemplar
Pablo Martínez nació en la ciudad de León, un 7 de junio de 1946. Siendo el menor de doce hermanos, se destacó en el mundo de la música y dio valiosos aportes a la revolución. Eliza Picado, presidenta de la Fundación INCANTO, expresó que no solo el gremio artístico está de luto; el mundo está de luto; pues la música del Guadalupano trascendió más allá.
«Me siento consternada al ver en mi celular la triste noticia de su fallecimiento. Me queda un sentimiento de agradecimiento hacia él. En muchos conciertos revolucionarios en los que canté, él estuvo presente y siempre era una inspiración. La verdad, ¿quién no escuchó esta famosa canción ‘Antes que Nazca el Día’? Es un tema que hemos cantado en muchos conciertos. Un agradecimiento enorme me queda en el corazón por todo el legado que este gran hombre y revolucionario nos dejó. ¡Que descanse en paz, compañero; nos veremos pronto!».
Presente hasta la eternidad
Así mismo, sus letras, cargadas de amor a la patria y respeto por la naturaleza, le ganaron un lugar en la memoria cultural de Nicaragua. Para la especialista Judith Gallo, del Centro Nacional de Audiología y Logopedia; hoy es un día en que Nicaragua pierde un gran artista.
«Nos alegró en nuestra caminata en la plaza, dándonos alegría y mucha felicidad. Recuerdo sus apariciones junto al comandante Daniel Ortega y la compañera Rosario Murillo, con su humildad. Los ojos sonrientes del Guadalupano, hombre humilde, sonriente y feliz, nos acompañarán siempre».
Pedro Pablo Martínez, Nicaragua y el mundo te gritan: ¡Presente, presente!