Juana Francisca López Florián se dirigió a las instalaciones de TN8, con el fin de solicitar ayuda a los televidentes de buen corazón. El motivo de esto, es que todas sus pertenencias las tiene donde sus familiares en Ocotal; quienes luego de un problema tomaron la decisión de desalojar a la humilde anciana.
«Yo me encontraba viviendo donde unos hermanos míos en Ocotal, porque mi esposo falleció y una hermana mía me dijo que fuera donde ellos para que no estuviera sola en mi casa. Yo les hice caso y me fui para allá, pero con el tiempo les empecé a estorbar y comenzaron los problemas. Hasta que llegaron al punto de decirme que me fuera, que ellos no tenían necesidad de tenerme ahí»; dijo Francisca.
Su esposo falleció hace un año producto a un cáncer de próstata. Es por esta razón que la anciana mayor tomó la decisión de irse para donde sus familiares, esperando apoyo y acogimiento, el cual le fue dado por un tiempo. Lamentablemente, se cumplió lo que dice un popular refrán: «El muerto y el arrimado a los tres días apestan».
«Yo me había llevado todas mis cositas para allá y ahora no sé cómo traérmelas porque me cobran 7 mil córdobas y yo no tengo dinero. Ni siquiera comida tengo, me ha tocado andar pidiendo. Una vecina mía de aquí de Managua, me prestó una camita pequeña y yo la metí a mi casa. Ahí estoy durmiendo, pero no tengo nada aquí yo, ni siquiera cocina»; adujo López.
Anciana implora por ayuda de la población
Si usted, amigo televidente, desea apoyar a esta pobre anciana, puede llamar al siguiente número: 86123453 (Claro). O bien, dirigirse a la siguiente dirección: Anexo a Villa libertad, del colegio Cuerpo de Cristo, 1 cuadra al este, media cuadra al sur.
«Yo les pido a todas las personas que me ayuden a traerme mis cositas, ya que yo soy sola y no tengo con que traerme eso. Ayer me llamaron que si no me apuro me sacaran a la calle todo, por favor, yo sé que Dios me les va a recompensar»; agregó la anciana.
Además, López pidió a las personas de buen corazón que le ayuden con granos básicos, ya que ella no cuenta con dinero para sustentar sus gastos diarios.
Recuerda: Dios bendice al dador alegre y el que no vive para servir, no sirve para vivir.
