La justicia de Nicaragua una vez más hace prevalecer los principios establecidos en la constitución al ordenar la pérdida de la nacionalidad a personas que han vulnerado el bienestar común de la nación. Esta sentencia a criterio de analistas políticos, catedráticos universitarios y periodista es acertada y bien valorada por el pueblo.
“Es una decisión soberana, legítima del Estado de Nicaragua, cualquier Estado que se aprecie y que se respete y que defienda su soberanía toma estas decisiones que son absolutamente correctas y totalmente justificadas, eso no hay duda»; comentó la periodista Tirsa Sáenz.
«Esta gente desde el primer día, que intentaron dar un golpe de Estado, que pidieron sanciones para nuestro país que anduvieron en periplo pidiendo sanciones para ahogar la economía del país, desde ese momento dejaron de ser nicaragüenses. No hay ningún nicaragüense que se desea algo malo para su país y quien lo haga, pues simple y sencillamente deja de serlo y se convierte en cualquier cosa”; agregó.
“La decisión es un producto de una cadena articulada de institucionalidad a favor de la defensa del pueblo y su soberanía, las acciones legales, jurídicas y policiales que están alrededor de este contexto, son la base institucional. Es una decisión basada en principio, aquí impera el nacionalismo, antiimperialismo y de resguardo de la soberanía sobre todo los atributos de identidad y de dignidad”; indicó por su parte el analista Xavier Díaz Lacayo.
«Se hizo lo necesario»
“No solamente hizo lo correcto, sino que se hizo lo necesario. Como Estado de Nicaragua hay un marco jurídico que todos los nicaragüenses tenemos la obligación de cumplir y los extranjeros también la tienen. Esta gente es organizada, estimulada, financiada y dirigida por los Estados Unidos, por el gobierno de Estados Unidos por el capital. Con las acciones que hicieron se pusieron al lado de ese gobierno en contra del pueblo de Nicaragua, en contra de los trabajadores”; puntualizó el catedrático universitario Denis Palma.
Y a raíz de su estancia en los Estados Unidos, ya comenzaron a surgir pugnas que evidencian sus divisiones para sobresalir.
“Ya comenzaron, he leído cualquier cantidad de barbaridad, ha quedado en evidencia. Ha provocado mucha discusión entre ellos, los de apellido, los que se han quedado con la tajada grande en la repartición de plata. Otros no saben adonde ir, hay quienes tienen apartamento, casa, dinero, eso ha provocado ya los pleitos, porque los que estaban antes, con el discursito. Ahora se les acabó la fiesta, ahí que se maten, que se coman entre ellos mismos y que nos dejen en paz”; dijo Sáenz.
Atentado contra la soberanía de Nicaragua
Así mismo, Díaz Lacayo, indicó que “siempre ha habido discordia, el principio de ellos es el egoísmo, la individualidad, es jalar agua para su pozo, eso agrede el concepto de la soberanía nacional. La misma auditoria social de los nicaragüenses es un elemento de bienestar colectivo, es imposible que ellos entendieran un escenario en Nicaragua porque siempre buscan su beneficio”.
“Ahora allá ya hay 170 que no van a vivir, porque no los van a mantener. Ya comienzan a pelearse los liderazgos, ya vemos la dirección que tienen, quien quiere salir en los medios, quien quiere salir con su liderazgo. Están peleando por la representación de los Estados Unidos, no hayan que hacer”; finalizó el catedrático Palma.
Todos coincidieron que para los acusados nunca les importó el pueblo de Nicaragua, porque asestaron duros golpes a la economía y a los bienes sociales.
Sin embargo, en la actualidad se ha encausado el país en una senda del crecimiento lo que se evidencia en más inversión privada, generación de empleos, apertura del crédito y un aumento en la producción agrícola y el turismo.