La vida, pasión, muerte y resurrección de Jesucristo fue recordada por las familias en esta semana santa a través de una obra teatral de la Judea de Tipitapa en la Plaza de Colores del Puerto Salvador Allende.
La preparación de este talentoso grupo fue de tres meses para poder recrear la más grande historia de amor que es conocida por la humanidad.
"Nosotros traemos 28 cuadros para representar desde la vida de Jesús niño cuando se le pierde a su mamá en el templo; tenemos vida, milagros, crucifixión y lo más grandioso que es la resurrección de nuestro señor Jesucristo. Este mensaje que hemos llevado a la gente ha estado bien cautivador y les queda en su corazón", expresó Roberto Espinoza, director general de la obra.
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Los fieles creyentes toman esta semana mayor para un tiempo de reflexión y cambio de vida recordando por medio de esta obra y otras tradiciones el sacrifico que realizó Jesús al morir en la cruz del calvario.
Por su parte Cinthia Celeste, quien hace el papel de Maria la madre de Jesús comentó: "Es un papel muy bonito porque representa el dolor y sufrimiento de una madre al entregar a su único hijo, el mensaje que nosotros traemos es de arrepentimiento en esta semana santa para que nos arrepintamos de nuestros pecados porque Jesús murió para nuestra salvación".
En las escena muestran la evolución de Jesús de un niño a un adulto y el ministerio que vivo hablando de la palabra de Dios, sanando enfermos y las enseñanzas que fundaba en sus discípulos.
A medida que avanza la obra en cada escena van recrean lo vivido por Jesús hasta llegar a su crucifixión y lo más esperado por los fieles la más grande victoria al resucitar al tercer día de entre los muertos.
Las familias que presenciaron la Judea se mostraron conmovidas y aseguraron que este tiempo es para cambiar de vida y tener esperanza en Jesús que tiene su mirada puesta en Nicaragua.
"Debemos encomendarnos a Dios porque es el único que nos puede ayudar y él no se olvida de su pueblo menos de Nicaragua que tanto ha sufrido, pero con la esperanza en Dios nada es imposible", afirmó doña Gladis López visitante del Puerto.