En Nicaragua se vislumbra un 2021 con una recuperación económica, después de la caída estrepitosa provocada por la pandemia desde marzo.
“Nicaragua muy seguramente es el país que menos va a perder la economía en Centroamérica y que va a estar más cerca de los números”, puntualizó este miércoles el Ministro de Hacienda y Crédito Público, Iván Acosta.
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Las exportaciones, las remesas y el sistema financiero son tan solo algunos indicadores que pronostican una recuperación económica.
“Las expectativas son mayores y son mejores que el pronóstico que ha hecho el equipo, eso nos quiere decir que sí hay un buen cierre y mejor, quiere decir que el inicio del 2021 va a ser un buen año, un excelente año para la economía. Las perspectivas es buscar números positivos y estar buscando crecimiento, más allá de lo que teníamos previsto en 2021. Nos sustentamos en las exportaciones a septiembre que estaban a 9.6 por ciento, encima del año anterior, esa tendencia va a continuar, siempre va a ser muy fuerte en el sector agrícola”, detalló el funcionario.
Expectativas de crecimiento
Informó que en el sector zona franca, se han venido recuperando los puestos de trabajo.
“La reducción de pérdidas del sector industrial o las zonas francas, se han reducido rápidamente, esperamos que estén cerca del 10 por ciento en negativo y la señal importante es que se ha recuperado todas las contrataciones de personal. Ese es un indicador, sí se ha recuperado y las exportaciones agrícolas, fundamentalmente el sector pecuario, también el sector minero que ya crecía apuntalado, esos números, las remesas que era unos que se discutían con el Fondo Monetario, está creciendo cerca del 7 y 8 por ciento, eso también tiene un impacto positivo”, detalló Acosta.
Este país desde junio comenzó a reportar una reducción en las pérdidas. “El impacto fue muy fuerte en marzo, en abril y mayo y sigue impactando, pero las pérdidas son menores”, manifestó.
Indicó que hay muy buenas señales de inversión extranjera directa y dijo que el mayor golpe a la economía en los últimos 50 años ha sido la violencia política que desataron grupos opositores desde abril de 2018.
